United States or Madagascar ? Vote for the TOP Country of the Week !


Luego, al concluir, un vals brillante de Strauss, para recordar sin duda algún momento pasado, cuando, los cuerpos unidos y los brazos entrelazados en el rápido girar, el labio derramó al oído la primera palabra del poema que la música está interpretando... Al principio, la casa duerme; cuando empieza la segunda pieza, un postigo se entreabre de una manera casi invisible en el balcón desierto, y un rayo imperceptible de luz, brotando de la oscura fachada, anuncia discretamente que hay un oído atento y un pecho agitado.

Ahora el muchacho se limitaba á ignorar su existencia, pasando ante él sin reconocerle, saludándolo únicamente cuando su madre se lo ordenaba. El día en que trajo la noticia de la vuelta del vapor sin su capitán, don Pedro hizo la visita más larga que de costumbre. Cinta derramó dos lágrimas sobre los encajes, pero tuvo que cortar su llanto, vencida por el buen sentido de su consejero.

Y últimamente, si nuestras razones no son oídas porque no tenemos entendimiento para penetrar los justos motivos que para esto tienen los soberanos, ya no tenemos ni tendremos otro consuelo que clamar al cielo y entregarnos desde luego á la muerte; que en estas circunstancias será el único alivio en nuestras penas; pero aún esta puerta que la abrió liberal nuestro Redentor que derramó su preciosa sangre por redimir nuestras almas se nos vaya cerrando con la cierta amenaza de que si no dejamos los pueblos se han de ir nuestros Padres Curas para que ni tengamos el consuelo de adorar á nuestro Redentor en el Sacramento del Altar, ni el de oir una misa ni el de tener con quien confesarnos para morir como cristianos, sino que perezcamos como si fuésemos bárbaros ó infieles.

Cuentan que Abd-el-rhaman concibió y estendió por mismo el plan de esta mezquita; que despues de haber mandado derribar un templo godo construido sobre las ruinas de otro gentílico consagrado á Jano, puso él mismo la primera piedra de la nueva fábrica y dedicó una hora diaria á levantarla con sus propias manos; que derramó el oro á manos llenas; que no perdonó sacrificio para que se la edificara con rapidez, con suntuosidad, con toda la riqueza con que se la habian hecho trazar su fervor religioso y su poética y brillante fantasía: todo revela la importancia que tenia á sus ojos una construccion que, á no ser creada como instrumento político, hubiera debido revelar las circunstancias de una época en que la nueva monarquía estaba aun vacilante, el poder de los emires era débil, la poblacion de Córdoba, recien convertida en capital, escasa é incoherente.

24 ¿Por qué escondes tu rostro? ¿Olvidaste nuestra aflicción, y la opresión nuestra? 25 Porque nuestra alma se ha agobiado hasta el polvo; nuestro vientre está pegado con la tierra. 26 Levántate para ayudarnos, y redímenos por tu misericordia. 2 Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre.

Y echándose a reír, añadió: Nada, hijita, le doy a usted calabazas.... ¿no contaba con mis veleidades, eh? ¿No contaba usted con las coqueterías del viejo? Y al decir esto abrió los brazos, derramó una lágrima, y riendo siempre, estrechó a Sola contra su corazón, en el cual se desbordaban los afectos más puros. Venga acá, hija de mi corazón exclamó , venga acá y abráceme también.

13 y encendió su holocausto, y su presente, y derramó sus libaciones, y esparció la sangre de sus pacíficos junto al altar. 14 Y el altar de bronce que [estaba] delante del SE

Triumphó de todos sus enemigos, y en todas las guerras civiles y extranjeras fué siempre vencedor; pero el remate de todas estas dichas paró en una triste prision, y miserable muerte, aunque al parecer de todos, justísimo castigo del cielo, por la sangre inocente que derramó de sus amigos, y de otros muchos que injustamente murieron á sus manos.

Le quisieron hacer limpiar las botas de los marineros, él se negó; le quisieron pegar, y él corrió como una ardilla a esconderse, y al día siguiente le hinchó un ojo a uno de sus perseguidores, y al otro día le derramó una caldera de agua hirviendo a los pies a otro. En poco tiempo Tommy se impuso. No quería trabajar y trataba con un desprecio profundo a la marinería.

Derramo la vista por Europa y no veo en la pintura y en la poesía más que escenas lúgubres y prosaicas, no escucho sino acentos de muerte. De las estepas de la Rusia llegan delirios místicos que entusiasman al pueblo de Molière, de Rabelais y de Voltaire.