Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de mayo de 2025
ABIND. Y eso ¿a quién le importa más? Dame tus hermosos pies. JARIFA. La mano te quiero dar, Tuya soy desde este día. ABIND. Yo tuyo, Jarifa mía: Ya bien te puedo abrazar. JARIFA. Como hermano y como esposo, De que ya te doy la mano. ABIND. No hables de eso de hermano Que vuelvo a estar temeroso. ¡Oh famoso y claro día, Que tanta gloria me apresta!
El secretario le despidió a la puerta con una fina sonrisa burlona. La Amparo se acercó y le preguntó: ¿Está arreglando el asunto? Por ahora, sí respondió mordiendo el sempiterno cigarro. Pues quiero irme en tu coche dijo, bajando la voz. La fisonomía del banquero se oscureció. Demasiado sabes que no puede ser. ¿Que no puede ser?... Ahora verás.... Dame el brazo.... En marcha.
Allí María le dijo, tomando el agua bendita, que le ofreció con la punta de los dedos. Ahora te quedarás debajo del coro a oír la misa; yo me voy a poner cerca del altar. ¡Cuidado que mires para mí una sola vez! Ya comprendes que eso sería profanar el templo y en tal caso más vale que no entres. No, no te miraré aunque me cueste mucho trabajo. Dame tu palabra de que lo harás así. Te la doy.
Yo... murmuró la Nela con timidez, sin dejar de la mano su tocado no sé... dicen que cuando niña era muy bonita.... Ahora.... Y ahora también. María, en su extraordinaria confusión, pudo hablar así: Ahora... ya sabes tú que las personas dicen muchas tonterías... se equivocan también... a veces el que tiene más ojos ve menos. ¡Oh! ¡Qué bien dicho! Ven acá: dame un abrazo.
ABIND. ¿Pediréte algo? JARIFA. Sí. ABIND. ¿Sí? JARIFA. Sí, pues. ABIND. ¿Qué te pediré? JARIFA. Lo que te diere más gusto: Todo entre hermanos es justo. ABIND. No fué justo, pues que fué. Ahora bien: dame una mano, Y pondréla entré estas dos, Por ver si así quiere Dios Que sepa que soy tu hermano. JARIFA. ¿Aprietas?
Volviose y reconoció la fisonomía del boticario Hojeda, el fiel amigo de su tío Bernardo, el barón humilde y bondadoso que tantas veces le había ido a visitar cuando era colegial. ¡D. Facundo! ¡Miguelito!... Me alegro mucho que seas tú, querido... ¡Dios te lo pagará!... Dame acá el más pequeño. ¿De dónde venía V. a estas horas?
«Hola, ven acá, mujer, dame un beso y un abrazo» le dijo la señorita, atrayéndola a sí con maternal cariño. Adoración se frotó bien la cara y el cuerpo contra la cintura y falda de su protectora.
Por eso te desafío A ti, a tres, a seis, a doce, Y os reto como a villanos, Como a infames y traidores, De que no tenéis palabra Ni miráis obligaciones; Que no hay entre todos uno Que el amigo no deshonre. Dame mi esposa, Rodrigo, Si mis palabras te corren; Que no he de salir del campo Menos que muera o la cobre.
El domingo se me presentaba hecho un figurín: Rodolfo: ¡dame uno de aquellos de nuestra tierra! El dio cuenta de los tabacos; él, que no tenía necesidad de disimular la arranquera. El fiel servidor, establecido en Villaverde, allá por el barrio de San Antonio, en una tienda que se llamaba «La Legalidad», fué, como siempre, una providencia para las tías.
Dame la mano, barbitas de San Juan, que tienes patitas de bailaor y ojillos de meteor. Las repelían como si fuesen perros, amenazándolas con llamar a la pareja, y ellas se alejaban sin resentimiento, con muecas burlonas, abriendo los ojos desmesuradamente.
Palabra del Dia
Otros Mirando