United States or Japan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Hizo observar que, a su entender, aquel éxtasis más bien se parecía a una manifestación de Satanás, que a una prueba del favor divino, y exhortó a su amigo a que buscara si no ocultaba nada maldito en su corazón. Silas, sintiéndose obligado a aceptar la censura y la advertencia como un servicio fraternal, no tuvo ningún resentimiento.

Estos personajes no me guardaron resentimiento alguno por mi discurso, y después de haber discutido conmigo larga e inútilmente sobre los motivos, poco fundados según ellos, de mi negativa y de la impremeditación de un golpe de Estado, me ofrecieron el empleo de ministro plenipotenciario en Grecia.

Lo que pasó por el alma de Isagani era indescriptible: ira, celos, humillacion, resentimiento rugieron en su interior; hubo un momento en que deseó que el teatro se desplomase; tuvo ganas violentas de reir á carcajadas, de insultar á su amada, provocar á su rival, armar un escándalo, pero se contentó con sentarse lentamente y no dirigirla jamás la mirada.

Por otra parte, la excitación y el resentimiento personal que motivaron semejante caza, se habían terminado. Una vez seguro el criminal en sus manos, estaban dispuestos a escuchar impasibles la defensa, convencidos de que ya sería insuficiente, y no teniendo en su interior duda alguna, querían conceder al preso el derecho más lato que posible fuese.

El joven cumplía su promesa: no halló rastro de él por ninguna parte. Mas sin saber por qué causa, la imagen de éste flotaba siempre delante de sus ojos; con frecuencia acudía a su mente. ¿Era por aversión? ¿por resentimiento? Clementina no podía de buena fe afirmarlo.

Al llegar a Candore, la primera mirada de Eva fue para buscar al capitán. Raúl lo echó de ver, y sintió un sordo resentimiento, pero se contuvo gracias a ese dominio de mismo que da la costumbre del mundo, y siguió mostrando la exquisita cortesía que hacía de él un perfecto caballero cuando quería tomarse ese trabajo.

Tan pronto como este lo sabe, recuerda la ofensa recibida, el resentimiento se dispierta en su corazon, al resentimiento sucede la cólera, y la cólera engendra un vivo deseo de venganza. ¿Y porqué dejara de vengarse? ¿No se le ofrece ahora una excelente oportunidad? ¿No será para él un placer el presenciar la desesperacion de su adversario burlado en sus esperanzas, y quizas sumido en la oscuridad, en la desgracia, en la miseria? «Véngate, véngate, le dice en alta voz su corazon; véngate, y que él sepa que te has vengado; dáñale, ya que él te dañó, humíllale, ya que él te humilló; goza el cruel pero vivo placer de su desgracia, ya que él se gozó en la tuya.

Esta era la historia que él había oido y aunque no pasaba de cuento ó murmuracion, su resentimiento lo pintaba con caracter de verdad y le recordaba otros rasgos más por el estilo. El deseo de vivir libre y ciertos planes á medio bosquejar le hicieron decidirse por la idea de ir á Hong Kong. Si allí llevaban las corporaciones todo su dinero, el comercio debe ir bien y podrá enriquecerse.

Á pesar de mi resentimiento fuí á ver á tu madre y por desgracia ésta me confirmó en lo que había oído... ¡Qué sabe mi madre lo que dice! exclamó la joven con creciente irritación. ; he podido averiguar que no sólo te hacía desprecios, sino que ha llegado á levantarte la mano... ¿Ha dicho mi madre eso? preguntó ella vivamente con el semblante demudado. No, no se apresuró á responder el joven.

Con esta adoración resuelta, con este prurito de ser correspondidos, se habían hallado muchos, o simultánea o sucesivamente. Ninguno había llegado a explicaciones. Doña Luz se supo componer de suerte que no se había visto nunca en la dura necesidad de dar formales calabazas, ni de excitar el resentimiento que esto trae consigo. Era difícil hablar a solas con ella.