United States or Isle of Man ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tragomer, entonces, sin poder contenerse dijo con vehemencia apasionada: Esas lágrimas, María, me afligen y me encantan á la vez, porque indican que no lo ha olvidado usted todo y que su corazón no está cerrado para siempre. ¡Oh! si, se abrirá de nuevo para mi, lo , y me perdonará. Tanto haré que olvidará usted su justo resentimiento.

Sin embargo, había una situación peor aún; la que le esperaba cuando el vil secreto se descubriera; así es que el deseo que siempre triunfaba en él de todos los demás, era alejar al desgraciado día en que tendría que soportar las consecuencias del resentimiento violento de su padre por la herida causada al orgullo de su familia, en la que tendría que renunciar quizás a aquel bienestar y a aquella dignidad hereditaria que, al fin y al cabo, era una razón para vivir, llevando consigo la incertidumbre de que estaba proscripto para siempre de la vista y de la estima de Nancy Lammeter.

Ya no me parecen absurdas aquellas ideas tuyas, porque ya no encuentro nada seguro en la tierra... Se rió con una risa nerviosa, sin saber por qué, y miró en los ojos a su amigo. Después llamó; acudió un groom vestido de verde, a quien pidió que trajera licor. Como si el viejo resentimiento le dominara de nuevo, no se decidió a empezar su confidencia.

Don Inocencio Moral, tío del gobernador, con dos hijos, uno de catorce años de edad y el otro de veinte; Ascueta, Gordillo, Cantos, chileno; Sotomayor, Barrios, otro Gordillo, Corro, transeúnte de San Juan, y Pasos, fueron las víctimas de aquella jornada. El último, don Mariano Pasos, había experimentado ya en otra ocasión el resentimiento de Quiroga.

¿Es probable que fuera tanto nuestro engaño? No: lo es que nuestro afecto anterior no nos dejaba ver sus lunares; y que nuestro actual resentimiento los exagera ó los finge. ¿Por ventura no creíamos posible que el amigo pudiese negarse á prestar un favor, ó se portase mal en un negocio, ó en un momento de mal humor se olvidase de su ordinaria afabilidad y cortesía?

Al verlos venir del bracero, a lo largo de una vereda, la monja se santigua: ¡Jesús, María y José! ¿Estoy soñando? ¿Qué milagro es éste? No es sueño, no. Es realidad. Y añade, ya al par de ellos: Gracias a Dios que se han reconciliado ustedes. El Señor les ha tocado en el corazón. Nada hay más sabroso que el perdón, sobre el resentimiento.

Ya había olvidado su resentimiento y sus sermones; tanto más cuanto que en mis palabras había un gran fondo de verdad. ¿Y es por eso, que estás tan triste, hijita? , por cierto, señor cura. Figuraos que mi tía me repite en todos los tonos que soy un fenómeno, que soy fea como un susto. Y mis ojos se llenaron de lágrimas, como que el tal tema me dolía en el alma.

¡Pero, si hay sospecha de crimen, es deber de la policía investigarlo, ciertamente! exclamé yo, con algún resentimiento. Convencido. Pero ¿dónde está la sospecha? Ni los médicos, ni el coroner, ni la policía local, ni el jurado, abrigan la menor duda de que no ha muerto por causas naturales arguyó. En este caso, la policía de Manchester no tenía derecho ni necesidad de intervenir en el asunto.