Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 23 de mayo de 2025
El viento, al mecer el trapo chorreante, fue manchando las piezas inmediatas, y un concierto de maldiciones y amenazas, de puños crispados y bocas que proferían las más feas palabras contra él y su madre, obligó al Zapaterín a recoger su manto de gloria y salir por pies, cubiertas de rojo cara y manos, como si acabase de cometer un homicidio.
Creí que estaba usted en el bosque, de otro modo no me hubiera atrevido... Delaberge vio su palidez, sus labios crispados, su espanto. Seguía murmurando la pobre palabras ininteligibles y se apoyaba para no caer en el repecho de la chimenea, sin atreverse a levantar los ojos. Sintió Delaberge una profunda lástima...
La tempestad empezaba por movimientos violentos en la silla, paseo de dedos crispados por el mantel o por la calva, resoplidos, palmadas en el borde de la mesa... Algunas veces, se agregaba a estos síntomas, el retintín del tenedor sobre el plato o el baile de la copa, a la que hacía dar vueltas su mano de perlático... El criado servía, los hijos comían, o lo aparentaban, sin hablar, y el viejo, en tanto, rechazaba su ración, contentándose con la corajina que le andaba por el cuerpo y debía servirle de alimento.
No sabemos... Es un expósito. ¡Mire usted, por Dios, qué hermoso, es Amalia! La señora le contempló un instante con marcada frialdad y dijo: Acaso alguna pobre lo habrá dejado para recogerlo enseguida. No, no; hemos registrado el portal. La calle está desierta... La criatura a todo esto empezaba a chillar, agitando con incierto movimiento sus puños crispados, que parecían dos botones de rosa.
¡Eso, eso se lo debo a usted... le doy las gracias! Blanca le contesté, no entiendo lo que usted me dice, no sé si es un cargo... Yo no necesito explicaciones me repuso con un mal modo marcadísimo. Lo mejor sería no vernos nunca... Eso no le repuse, no la complaceré... ¡Qué! usted me reta exclamó atropellándome con los puños crispados.
Pálido, contraído, yerto, con la boca dilatada, los ojos fijos, desencajados, espantosos, los brazos extendidos, crispados los dedos, erizados los cabellos, temblando todo, estaba horrible por el terror que sentía; detrás de aquella perdiz verde veía un cadáver... el cadáver de la reina, y detrás del cadáver de la reina, los dos palos escuetos y rojos de la horca.
Me precedió, y escurrió con gran trabajo su ancho y pesado cuerpo por la puerta entreabierta. La cuna se alzaba allí en la luz rosada de la tarde. Entre los cojines aparecía una cabecita roja, apenas más grande que una manzana. Sus párpados arrugados estaban cerrados y tenía en la boca uno de sus puñitos, con los dedos crispados como por una convulsión.
Andrés, no muy libre de los vapores del vino, cansado y temblequeante, rodó por el suelo, levantando sobre el tillado trépido una nube de polvo. El golpe recio de la caída retumbó por la casa abajo como el eco sordo de un trueno. El hombrón, pataleando, con la boca llena de blasfemias y los puños crispados, trataba de levantarse, y Carmen medía, con mirada de loca, la altura de la ventana.
A la calle se habían arrojado cuantos objetos mortíferos se creyeron convenientes para hostilizar a los dragones, y aun después del combate surcaban la arena turbios arroyos de agua hirviendo, que, mezclada con la sangre, producía sofocante y horrible vapor. En algunas ventanas vimos cadáveres que pendían con medio cuerpo fuera, apretando aún en sus crispados dedos la hoz o el trabuco.
Al ver á Tremontorio, comenzó á gemir y á echar por la boca preguntas y exclamaciones á torrentes, mientras revolvía el bardal de su cabellera con las puntas de los trémulos y crispados dedos de sus manos.
Palabra del Dia
Otros Mirando