Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de mayo de 2025
El no necesitaba probar su coraje. Si vivía era de milagro, gracias a celestiales intervenciones, a que Dios es bueno, y a las oraciones de su madre y la pobrecita de su mujer. Había visto la cara seca de la Muerte como pocos la ven, y sabía mejor que nadie lo que vale el vivir. ¡Si creéis que vais a tomame er pelo! decía mentalmente mientras contemplaba a la muchedumbre.
¿Creéis que Lerma dejará sin castigo á quien le ha estropeado á su favorito? no os hablo de mí, que importa poco... pero él... él, que ha alcanzado gracia á vuestros ojos. Me pedís un martirio. Sed mártir, si queréis la gloria. ¡Me pedís que, amando á un hombre, sea querida de otro! exclamó profundamente la Dorotea. Necesitáis reparar el daño que habéis hecho. ¡Yo!
Y ciertamente que no podéis decir vos que no sabéis las traiciones de esos hombres, cuando anoche un vuestro sobrino tuvo ocasión de prestar un eminente servicio á la reina. He ahí un muchacho que tiene muy buena suerte dijo Montiño con envidia ; todos me hablan bien de él, todos le protejen: hasta el duque de Lerma. ¡El duque de Lerma! ¿Qué creéis que me ha dado para él el duque de Lerma? ¡Oro!
Y, aun en la misma Europa, todo es producto de algunos millones de hombres del extremo Occidente. Los demás, al ver cómo se gastan aquéllos, piensan poder reemplazarlos algún día. ¡Ignorantes! ¿Creéis acaso que tal ó cual ruso ó emigrante de los Estados Unidos del Oeste será mañana un artista, un maquinista de Inglaterra ó un óptico de París?
¿Pero sabéis quien le ha matado? ¡Sí! ¿Lo sabéis? Permitidme que no lo diga; su nombre... Os lo diré yo, porque ninguna parte tengo en su muerte. ¿Qué decís? Que le ha matado el tío Manolillo, el bufón de... el rey. ¿Lo sabíais? Pero yo creía que le había matado por distinta causa. ¡Cómo! señora, ¿creéis que yo he mandado la muerte de ese hombre?
Y Manzoni y Leopardi... ¿y todo lo que vale y todo lo que queda?... Hacía quince días que Béranger estaba preso, cuando un amigo que lo visitaba le preguntó cuántas canciones había hecho en ese tiempo: «Aun no he concluido la primera; ¿creéis que una canción se hace como un poema épico?» La prosa vulgar se traga como el pan común; pero una «crème fouettée», insípida... no.
¡La reina!... ¿pero creéis que la reina podría salir sola de noche y ampararse de un desconocido? ¡Eh, señor Juan Montiño! habláis con demasiado calor, para que yo no sospeche que os ha pasado por el pensamiento que podía ser la reina la dama de vuestra aventura. Creedme, Juan; eso, que si fuera posible, sería para vos una desgracia, es imposible de todo punto.
Creéis que ya está lograda vuestra dicha con apoderarse de esas riquezas. ¿Y después? Vuestras familias quedarán aquí. Tato, piensa en tu madre. Mariano, el zapatero y tú tenéis mujer, tenéis hijos. ¡Bah...! dijo el campanero . Ya vendrán a reunirse con nosotros cuando estemos lejos y en salvo. El dinero todo lo puede: lo que importa es tenerlo.
Yo no sé si tú has tenido parte en esa infame tentativa de asesinato, ó si ha sido únicamente cosa de don Rodrigo Calderón. ¡Yo! ¿me creéis capaz de esa infamia? Te creo, por tu vanidad y por tu ambición, capaz de todo. ¡Oh! ¡oh! esto es demasiado, demasiado faltarme al respeto. La reina te estorba tanto como á don Rodrigo; la reina conspira contra ti, y la temes.
Quien en el trato ordinario no respeta la hacienda ajena, ¿creeis que procederá con pureza cuando maneje el erario de la nacion? El hombre de mala fe, sin convicciones de ninguna clase, sin religion, sin moral, ¿creeis que será consecuente en los principios políticos que aparenta profesar, y que en sus palabras y promesas puede descansar tranquilo el gobierno que se vale de sus servicios?
Palabra del Dia
Otros Mirando