Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de julio de 2025
Las confidencias de don Álvaro le habían enternecido, y su espíritu volaba en una atmósfera ideal; aquel airecillo romántico le hacía en las entrañas sabrosas cosquillas, más punzantes por la falta de uso. Pocas veces se hallaba él en semejante disposición de ánimo. Obdulia y Visitación, desde la ventana de la cocina que daba al patio, les llamaban a grandes voces, riendo como locas.
«Yo tengo una niña dijo Mauricia en una de sus confidencias . La puse por nombre Adoración. ¡Es más mona...! Está con mi hermana Severiana, porque yo, como gasto este geniazo, le doy malos ejemplos sin querer, ¿tú sabes?, y mejor vive el angelito con Severiana que conmigo.
Cuando me apretaba con una presión prolongada la mano que le tendí, vi deslizarse dos lágrimas sobre sus mejillas. ¿Habría recibido las confidencias de su hija? La señorita de Porhoet me ha hecho saber que el anciano señor Laroque se halla en cama desde ayer. Ha tenido un ligero ataque de parálisis. Hoy ha perdido el habla y su estado da serias inquietudes. Se ha resuelto apresurar el matrimonio.
Allí las confidencias, los dulces y estériles coqueteos, los cumplimientos de todo estilo, y la ostentacion del lujo, de la hermosura y de la charla. El Prado es encantador. El tipo español, múltiple, se ostenta allí, á pié ó en coche, en lo que tiene de mas bello y distinguido. Y ¡qué lujo en las formas de aquellas naturalezas!
No, por cierto, señora, respondió Tragomer, que veía contrariado que aquella mujer terminaba las confidencias apenas empezadas. Se trata, sencillamente, de un asunto de herencia. ¿Hereda? exclamó la gruesa rubia con acento de indignación. ¿Va á heredar? No hay como esas muchachuelas para tener una suerte semejante... ¡Oh! Voy á llamar á Campistrón. ¿Permiten ustedes?
Permaneció de pie, hasta que el criado hubo salido, y luego con solemne ademán preguntó a su amigo: ¿Vengo en mejor ocasión que anteayer? ¿Estás hoy dispuesto a concederme una audiencia? Amigo Felipe contestó Amaury, no me guardes rencor por esta pequeña dilación; harías muy mal en ello, pues ya pudiste advertir el otro día que no estaba yo para escuchar confidencias.
Esta maligna insinuación de la Fleurota acababa de despertar en su espíritu una inquietud mal adormecida. Esta mujer, contemporánea de Miguelina, a la que había tratado sin duda con familiaridad, recibió tal vez algún día íntimas confidencias de la hostelera del Sol de Oro. Era mujer muy despierta y debía saber muchas cosas.
Gracias a la energía indomable de mi carácter pude luchar, sin embargo, y logré triunfar. Es la ley de la selección que ya conoce usted. Realmente necesité verme admirablemente dotado por la Naturaleza para no haber perecido hasta ahora. D. Pantaleón se mostró profundamente interesado por estas confidencias, y su admiración hacia Moreno, aquel germen tan apto, creció desmesuradamente.
Muchas cosas, de las que he notado que usted no se atreve a hablar en la capilla, estoy seguro de que me las expondría aquí, por ejemplo, sin inconveniente... y esas confidencias amistosas, familiares, son las que yo echo de menos.
El cariño á su Luis, á quien veía de tarde en tarde, y la placidez de una buena digestión, inclinábanle á las confidencias; y miraba á Aresti con ojos bondadosos é interrogantes, como si sólo esperase una indicación suya para romper á hablar. Vamos, desembucha dijo el médico alegremente.
Palabra del Dia
Otros Mirando