United States or Slovakia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Salomón y Crishna veían, oían y tocaban a sus bellas y enamoradas amigas, pero este poeta ni toca, ni ve, ni oye a la suya, si no se la imagina con indecisa vaguedad, y de tal suerte, que lo mismo puede vivir en este planeta que en otro remotísimo, y lo mismo puede ser nuestra contemporánea, que haber nacido hace cuarenta siglos o que estar aguardando aún otros cuarenta, en el mundo de las ideas, antes de que llegue el día de su encarnación y de su aparición entre los seres de nuestra casta.

Era tan grande la actividad de doña Inés, que a pesar de tan varias ocupaciones, aún le quedaba tiempo para satisfacer su anhelo de enterarse a fondo de la historia contemporánea y local, que tenía para ella más atractivos que la Historia Universal o de épocas y países remotos.

Y todavía es mucho peor esta arquitectura contemporánea, ecléctica y trivial, que parece hija del compas y la escuadra mas que de la inspiracion; que combina todos los órdenes sin respeto por la poesía del arte y las especialidades de cada estilo, haciendo del arquitecto un albañil pulido en vez de un poeta que traza sus cuadros en la piedra.

De esto, en primer término, y de la circunstancia, feliz para , de no existir en la literatura española contemporánea novelas de historia reciente, ha dependido el buen éxito de estos libros y la estimación que por sus condiciones literarias no habrían alcanzado nunca.

Cuanto esplendoroso puede dar la vida contemporánea, cuanto grande son susceptibles de engendrar el refinamiento del gusto y la sobra del oro, se reflejaba en la morada de los duques de Algalia.

El gran caudal de la producción literaria contemporánea que por otra parte tiene el interés de ser uno de los momentos más brillantes de la literatura española permanece fuera de nuestras clases de español.

Sólo se sabía que Antoñuelo había vuelto apaleado; pero, a pesar de los comentarios que se hacían, nadie atinaba con el motivo y pocos sospechaban quién había sido el autor del apaleo. El tiempo aquel era el menos a propósito para que en Villalegre fijase el vulgo su atención en lance alguno, por extraordinario que fuese, de la vida real contemporánea.

Es posible que las reflexiones que anteceden se consideren como la expresión de un espíritu incapaz de apreciar ni comprender siquiera el primor, la pompa, el pensamiento profundo y la fuerza de la novela contemporánea. que mis humildes observaciones en nada influirán para modificar el gusto dominante.

Y el mundo real, estigmatizado como uno de los cuatro enemigos del alma, quedó ignorado hasta la aurora de los tiempos modernos mientras se difundía la monomanía del más allá que hizo de la Europa medioeval una simple variante de la China contemporánea, pues si en ésta el hombre vive para los muertos, en aquélla el hombre vivía para después de muerto.

En la vida de Santo Tomás, arzobispo y mártir, de Guillermo Fitzstephen, escrita hacia el año de 1182, según la opinión más probable, se habla así de Londres: «En Londres, en vez de piezas teatrales, en vez de juegos escénicos, hay más santos espectáculos, representaciones de los milagros, que han hecho piadosos confesores, ó de los sufrimientos que tanta gloria dieron á los mártiresDe estas palabras se deduce que los espectáculos profanos eran conocidos en la Europa contemporánea.