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Actualizado: 18 de septiembre de 2024
Posible es que alguien piense en tal cual región de esta Península de la misma manera que pensaban los cubanos. Nobilísimo es el amor de la patria chica; pero debe ir acompañado, para no ser funesto, del amor de la patria grande. El desdén y el odio hacia ella son origen de debilidad y de interesado egoísmo.
Me veo obligada á casarme con vuestro amigo por salvar á su majestad de unas apariencias que podían perderla; cierto es que vuestro amigo me ha interesado el corazón, no os lo niego, pero le conozco poco; el paso que voy á dar es decisivo; ¿le conocéis vos, don Francisco? ¿estáis seguro de que su galanteo con esa comedianta pasará en el momento en que le abra mi corazón? ¡decidme, por Dios, cuánto pierdo ó cuánto gano en mi sacrificio!
El presidente del Consejo de Estado, a quien le gustaba también madrugar, le saludó en el paseo de Recoletos. Hablaron algunos momentos y los aprovechó para recomendarle, con la brusquedad calculada que le caracterizaba, un expediente de ciertas marismas en que estaba interesado.
No todas tienen tan feliz desenlace, porque el Duque, que se había interesado por la joven y no podía pasar sin ella, decidió, según dicen, hacerla su esposa para dejarle su fortuna... como, en efecto, ha sucedido. ¡Diablo! Pues siendo viuda... es un partido soberbio. Ha transcurrido ya el tiempo del luto, y tanto en Inglaterra como en Francia no faltará quien le haga la corte.
Todavía según el modo de discurrir de D. Anselmo, podremos tildar este amor de interesado, ya que el alma de aquel caballero halla deleite grandísimo en hacer cuanto hace por la dama, aunque la dama sea ingrata; o ya que, si no halla deleite, halla consolación, considerándose mil veces más infeliz si nada hiciese de lo que hace y si no diese de su amor tan valientes y generosas pruebas.
Al fin, acababa de realizar su ensueño de volverse á España, dejando al frente del almacén á un dependiente español interesado en sus negocios. Ayer me escribió don Antonio dijo Robledo con una ironía bondadosa . Quiere que vayamos á Madrid. Desea que admiremos su casa, sus automóviles, y sobre todo sus amistades. Me cuenta con orgullo que los periódicos hablan de sus comidas.
Tenía ya su cama reservada; hasta había interesado a la monja del departamento. Cuando usted quiera, la acompañaré dijo mostrando cierta prisa. Por fin se miraron, sin una lágrima, sin un suspiro, abriendo los ojos desmesuradamente, con expresión de terror. ¡Iban a separarse!... Ella fue la primera en dar un paso. ¡Ay, el valor de las mujeres!... Adiós, Isidro. Adiós, Feli.
Entonces, tú la primera respondió cortésmente el joven, interesado en aprovechar el menor plazo, aunque un poco alarmado por el tono de su madre. Como quieras.
Indudablemente yo estaba enamorado de remate y divinizaba todo lo que pertenecía a Amparo; todo lo que emanaba de ella. Pero yo iba preparado, y tuve bastante fuerza de voluntad para no mostrarme ni más ni menos interesado por ella que como lo estaba seis años antes.
El libro escogido fué LA BARRACA, é interesado por su lectura, el señor Hérelle casi perdió su tren. Volvió á escribirme, y tampoco contesté, acaparado por los accidentes de mi vida de propagandista. Pero Hérelle, tenaz en su propósito, repitió sus cartas. «He de contestar á ese señor francés me decía todas las mañanas . De hoy no pasa.»
Palabra del Dia
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