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Actualizado: 10 de junio de 2025
Prov. bretón. Era él, era Kernok el que llamaba a la puerta. He aquí un bravo y digno compañero. Juzgad, si no. Había nacido en Plougasnou; a los quince años se escapó de casa de su padre y se embarcó en un barco negrero, comenzando allí su educación marítima.
Cuando hubieron llegado a la primera meseta del peñón, Marcos llevó su caballo a una caverna que allí cerca se aparecía, volvió en seguida solo, y comenzando a trepar delante de todos, dijo: Mucho cuidado, porque es fácil resbalar. Al mismo tiempo les mostraba a la derecha el precipicio azulado, con las copas de los abetos al fondo.
Estaba Sancho sentado sobre el estanterol, junto al espalder de la mano derecha, el cual ya avisado de lo que había de hacer, asió de Sancho, y, levantándole en los brazos, toda la chusma puesta en pie y alerta, comenzando de la derecha banda, le fue dando y volteando sobre los brazos de la chusma de banco en banco, con tanta priesa, que el pobre Sancho perdió la vista de los ojos, y sin duda pensó que los mismos demonios le llevaban, y no pararon con él hasta volverle por la siniestra banda y ponerle en la popa.
El caso había sido muy sencillo: un madrileño que nos conocía de vista, pero que no nos trataba, nos vió llegar á la Estación; el madrileño se lo dijo á un compañero suyo de oficina, que era amigo mío; el amigo mío, que sabía mi intimidad con Losada, fué á casa de éste en nuestra busca; Losada envió en seguida recado al Chantre y á Villar y Macías, y organizóse en el acto una batida general por todas las fondas y casas de pupilos, comenzando por el Hôtel del Comercio.
¿Qué era lo que cantabas en el Zuc de los benimerines? le dijo el Sultán. Y el loco, siempre con su oreja entre sus manos, y comenzando a bailar con el mayor desenfado, cantó: A la Sultana nadie la cura, si no es el rey de la locura.
35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el Evangelio de Jesus. 36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua; y dijo el eunuco: He aquí agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? 37 Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. 38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y le bautizó.
46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 48 Y vosotros sois testigos de estas cosas.
Y con estas palabras, tomando a don Cleofás por la mano, se entraron por un balconcillo que a la mano derecha tenía la mendiga habitación, porque en la puerta tenían puesto portero porque no entrasen más de los que ellos quisiesen y los que fuesen señalados de la mano de Dios ; y bajando por un caracolillo a una sala baja, algo espaciosa, cuyas ventanas salían a un jardinillo de ortigas y malvas, como de gente que había nacido en ellas, la hallaron ocupada con mucha orden de los pobres que habían venido, comenzando a jugar al rento y limetas de vino de Alanís y Cazalla , que en aquel lugar nunca lo hay razonable, y algunos mirones, sentados también, y en pie.
Por fin, Manolita supo que Melchor la amaba gracias a una carta de éste, en la cual, conforme al patrón de todas las declaraciones, comparaba su corazón con el Vesubio, y comenzando con las consabidas frases: «Señorita: desde el móntenlo que la vi a usted», etc., terminaba: «Salve usted este corazón que está herido de muerte.» Manolita acogió burlescamente la declaración del dependiente, mas no por esto dejó de agradecerla, con esa satisfacción que causa en toda mujer el saber que es amada, y nada dijo a su familia ni a Rafael.
-Sea ansí -dijo Sancho-: hable yo ahora, que después Dios sabe lo que será; y, comenzando a gozar de ese salvoconduto, digo que ¿qué le iba a vuestra merced en volver tanto por aquella reina Magimasa, o como se llama? O, ¿qué hacía al caso que aquel abad fuese su amigo o no?
Palabra del Dia
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