Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 24 de junio de 2025
Venturita tomó una caja de cerillas que había sobre el costurero, y encendió una. Madre e hija estaban pálidas. Aquélla arrimó la carta a la luz. En cuanto leyó unos cuantos renglones, se dejó caer en la butaca, y clavando los ojos con expresión dolorosa en su hija, le dijo: Ventura, ¿qué has hecho? ¿Yo? Nada respondió la niña tirando al suelo la cerilla que tocaba a su fin.
En el pórtico encontró Ana al Magistral. Don Fermín estaba pálido; lo vio ella a la luz de una cerilla que encendieron por allí. Cuando volvió la obscuridad, De Pas se acercó a la Regenta y con una voz dulce en que había quejas le preguntó: ¿Se ha divertido usted en misa? ¡Divertirme en misa! Quiero decir... si le ha gustado... lo que tocan... lo que cantan....
¿Permítame que encienda aquí este cigarrillo, pues la luz del fósforo ahí fuera podría llamar la atención? Con la ayuda de esta luz pudo ver a Catalina bonitamente encuadrada en la ventana. Consumiose la cerilla lentamente entre sus dedos, y una sonrisa picaresca asomó en los labios de Catalina.
Estaba vestido, conservando las mismas ropas, mojadas por la lluvia de la noche anterior. Una pulmonía de padre y señor mío dijo el doctor arrojando la cerilla y saliendo del camastro otra vez de rodillas. Afuera, junto al fogón, escribió una receta en una hoja de su cartera, encargando al pobre pinche, que después de la visita parecía más tranquilo, que bajase por los medicamentos al hospital.
Esto era obrar como buen diplomático, porque, después de todo, ¿qué es la diplomacia? El arte de perdonar las injurias tan pronto como han quedado vengadas. »Gu-Ly y sus cómplices fueron a comer a bordo de la Náyade. Los postres fueron interrumpidos por un incendio magnífico; el navío ardía como una cerilla.
No, señorita es que hace frío aquí, es que truena, es que es una locura andar ahora revolviendo en los sótanos.... Retírese usted; yo buscaré lo que haga falta. No replicó Nucha con energía . Ya me carga de veras ser tan boba.... Quiero entrar antes, para que vea usted si comprendo perfectamente que todas son necedades.... ¿Trae usted la cerilla? gritó ya desde dentro.
Belarmino dijo para sí: «Pues, señor, no estoy soñando.» Encendió una cerilla, y a poco se cae de espaldas. Tenía ante sí una mole que casi tocaba con el techo. Presto se recobró y se percató de la realidad verdadera.
Hombre, yo no he dicho... Las cosas claras, don Alejandro... ¡Canástoles! pues ¿qué más claras las he de poner?... Venga de eso, o de lo que mejor le cuadre... y a ver qué le parecen estas regalías para fumigar la conversación. La vitola es de primera. Pues a prender fuego a ese ejemplar... Ahí va la cerilla. Gracias, señor don Alejandro.
Véngase aquí, don Rufo, véngase aquí gritaba uno que estaba más adelante. ¿Eres tú, Cipriano? Y empujando y tropezando, llegaba el recién venido a colocarse. Alguno más práctico encendía una cerilla, pero al instante salían voces de la cazuela: ¡Eh! ¡eh! ¡Cuidado con las narices, don Juan! Cuando va por las noches a casa de la Peonza, el diablo que cerilla enciende.
Aresti sonreía ante la solicitud de acólito respetuoso con que mimaba á Sánchez Morueta, adivinando sus antojos de enfermo; la rapidez con que le ofrecía una cerilla, apenas se apagaba entre sus débiles dedos el cigarro con que le había alegrado poco antes. Doña Cristina miraba al joven, que parecía indeciso, no sabiendo cómo iniciar la realización de algo que había prometido.
Palabra del Dia
Otros Mirando