Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 30 de junio de 2025
¿Pero cree usted que haga feliz á mi hija? No creo que la haga desgraciada. Sería suponerle una alma depravada. ¿Qué quiere usted que haga, Dios mío? A mí no me gusta nada, pero es el único que no desagrada á Margarita... y por otra parte, ¡hay tan pocos hombres que tengan cien mil francos de renta!
Más valdría cien veces morir.» Otras muchas cosas igualmente tristes dijo; pero en el mismo instante una ráfaga de viento que puso en conmoción todas las pajas y objetos menudos arrojados en el corral, la suspendió, ¡oh inesperada alegría! alzándola sobre el suelo más de media vara.
Francia fue el pueblo bravo, el pueblo que se levantó en defensa de los hombres, el pueblo que le quitó al rey el poder. Eso era hace cien años, en 1789. Fue como si se acabase un mundo, y empezara otro. Los reyes todos se juntaron contra Francia. Los nobles de Francia ayudaban a los reyes de afuera.
Allí, en torno de aquella gran chimenea, hay un caballero de guantes amarillos que refiere sus aventuras de la mañana y sus apuestas en el bosque de Bolonia; un periodista orador que relata en la conversación su folletín del día siguiente; un dandy que vive a expensas de una actriz y la paga con elogios; otro que se arruina por ella y se ve obligado a enumerar sus perfecciones como para justificar ante sus amigos el empleo de su dinero; todo esto, formando una extraña confusión, una amalgama de amor propio y pretensiones, suministraría material suficiente para escribir cien volúmenes, y mi único propósito es referir una historieta.
Y haciendo la cruz con dos dedos, se la besó. «A buena parte vienes!... Si estoy yo de mantones...». Pero no serán como este. Mejores, cien veces mejores... Pero me alegro de que hayas venido: te voy a dar un aderezo para que me lo corras. Y siguieron picoteando de este modo hasta que entró Maximiliano, y doña Lupe mandó sacar la sopa.
Llegados por caminos tan placenteros al prosaico terreno del día presente y a tratar de nuestro punto de partida, del llamado por él «mal nuevo» en aquéllas y otras comarcas rurales, díjonos, interrumpiendo lo que yo había comenzado a exponer y como salvedad que conceptuaba necesaria: Debo advertir a ustedes que, aunque lo parezco en ocasiones, no soy, ni a cien leguas, un apasionado ciego de todo lo pasado.
Pero, hijo, ¿quieres que diga que estuvo mal hecho?... Lo diré, si te empeñas; pero nadie me creerá. ¡Tío, ya le he dicho más de cien veces que la hora menos pensada le falto á usted al respeto! Con dificultad lograron calmarle; todavía más trabajo costó impedir que se marchase. Afortunadamente intervino Paca, y con su labia sin pareja y su trasteo logró pronto reconciliarlos.
Indicó el jefe el segundo alambrado, que Lacour y su amigo creían perteneciente á los franceses. Era de la trinchera alemana. Estamos á cien metros de ellos continuó , pero hace tiempo que no atacan por este lado.
Ese es mi sistema, domar a las mujeres... Después que la mía ha recibido una lección, un poco fuerte, es verdad, ha recobrado su buen sentido práctico... ahora es cien veces más feliz y más amable que nunca... ¡Esto es perfecto, perfecto!
Habiendo dormido un poco el lobo, envia á su criado á casa del tesorero general de rentas de Ninive, á que le diera dinero para pagar á sus íntimos amigos; y le trae el criado la nueva de que aquella mañana habia hecho una quiebra de mala fé su deudor, con la qual dexaba por puertas á cien familias.
Palabra del Dia
Otros Mirando