Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 25 de julio de 2025
Las alemanas, con trajes vistosos y disparatados, se besaban al encontrarse, hablando á gritos. La lengua germánica, confundida con el catalán y el castellano, parecía pertenecer al país.
La capa de Villón paseó por los salones de los obispos, y de entre sus remiendos y corcusidos surgió la mano exangüe del bohemio para tomar la limosna de doce sueldos por una loa a Notre-Dame, y los labios que mordieron los labios de las rameras besaban unciosamente la amatista episcopal. Y la capa ungida de poesía y de dolor rodó una mañana por las escalerillas del patíbulo.
Las traía Petra que llamaba a la puerta con seña particular, bajaba Teresa, en silencio se besaban como las señoritas, en ambas mejillas, cuchicheaban, reían sin ruido y se daban algún pellizco. Petra reconocía cierta superioridad en la otra, la adulaba, alababa la mata de pelo negro, los ojos de Dolorosa, el cutis y demás prendas envidiables de su amiga.
¿Ni siquiera me dejará usted que la bese, como la besa un compañero en escena? Bueno; me besará usted la mano, y entendiendo que el beso no tiene importancia ni trastienda de ninguna clase. Quiere decir que la besaré a usted como los chicos besaban antes la mano a los curas. Igualito.
37 Entonces hubo gran lloro de todos; y echándose en el cuello de Pablo, le besaban, 38 doliéndose en gran manera por la palabra que dijo, que no habían de ver más su rostro. Y le acompañaron al navío. 1 Y habiendo partido de ellos, navegamos y vinimos camino derecho a Cos, y al día siguiente a Rodas, y de allí a Pátara. 2 Y hallando un barco que pasaba a Fenicia, nos embarcamos, y partimos.
No se besaban por un resto de pudor, por miedo a la gente, pero sus labios secos, acariciados por la humedad de la lengua, parecían atraerse al través de la pequeñísima distancia que los separaba. Cuando abandonaron el merendero, iban con paso vacilante, silenciosos, por la soledad del campo. Se detuvieron en las inmediaciones del Canalillo.
La conmiseración por las miserias humanas, el odio a la desigualdad y la injusticia, la abnegación por los humildes y los desgraciados, eran iguales en los dos. No sólo estaban unidos por el corazón: sus cerebros se besaban. Era fea, con una fealdad dulce y triste que le parecía a Luna el supremo ideal de la belleza en un mundo de desgraciados y de víctimas.
Así que acababa la cena, besaban la mano a la señora Angustias y a sus padres y se arrojaban al cuello de Gallardo y su mujer, saliendo del comedor para ir a la cama. La abuela ocupaba un sillón en la cabecera de la mesa. Cuando el espada tenía convidados, gentes casi siempre de cierta posición social, la buena mujer resistíase a sentarse en el sitio de honor.
Las personas mayores la emprendieron con el dulce, y el señor Cuadros descorchó frascos de licor de colores vivos e infernales, que hacían retorcer el estómago. Las copitas de color rosa besaban las bocas, dejando en los rojos labios de las jóvenes adorables gotitas de azúcar líquido. La sobremesa, alborozada y ruidosa, duró mucho rato.
Al ver que ardía nuestro navío, se nos redobló la rabia y cargamos de nuevo la andanada, y otra, y otra. ¡Ah, señora Doña Francisca! ¡Bonito se puso aquello!... Nuestro comandante mandó meter sobre estribor para atacar al abordaje al buque enemigo. Principiaba a amanecer: ya los penoles se besaban; ya estaban dispuestos los grupos, cuando oímos juramentos españoles a bordo del buque enemigo.
Palabra del Dia
Otros Mirando