Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 13 de junio de 2025
En secreto, cuando estaban en familia, murmuraban todos de él, le ponían como un trapo, según la expresión vulgar, y esto no dejaba de ser también un placer, o por lo menos, un pie socorrido de conversación: de vez en cuando D. Bernardo le llevaba a su cuarto y le pronunciaba un largo discurso para llamarle al orden y recordarle sus deberes naturales y sociales, la dignidad del caballero, el decoro de la familia, etc., etc.
Bernardino de Velasco. Sebastián. Bernardo de Quirós. Piantanigo. Borja. Guillén Barbarán. Garay. Fuentes. Juan Pérez de Vargas. Diego de Vera. Antonio Dávila. Alférez, Sedeño. Herrera. Beltrán. Serrano. Pedro Ginovés. Hidalgo. Francisco Ortiz Zapata. Diego de Castilla. Martín de Ulloa. Andrea Espinguel. Rodrigo de Cárdenas. Valdés. Comisario, Pacheco. Contador, Juan de Alarcón. AP
Pero, ¿qué es eso, D. Bernardo? Señores dijo éste solemnemente; el capítulo de caballeros de la orden de San Juan de Jerusalem, me ha hecho la honra de recibirme en su seno. Aquí me tienen VV. de gran uniforme... Muy lindo, Rivera, muy lindo... está V. admirablemente dijo el coronel, sin poder comprenderse bien, por la entonación, si hablaba seria o irónicamente.
Llega sin más ceremonia delante del Emperador, y le anuncia sin rodeos que debe renunciar á la esperanza de poseer un solo palmo de tierra en el suelo español. Su insolencia excita en los paladines general sorpresa; pero Rolando dice que le place mucho la osadía de Bernardo, y que se alegrará de medir sus fuerzas con las de tan digno competidor en la guerra que Carlos declara entonces á Alfonso.
Amigo Páramo, hoy vienes más páramo que nunca te he visto. ¡Me río yo de las estepas de la Siberia y de los ventisqueros del monte de San Bernardo! Era una de las bromitas que se autorizaba con Tristán el ponerle este sobrenombre a causa de sus ideas sombrías.
Entre las demás comedias de este poeta, en las cuales descuella menos esa prenda especial y distintiva, escritas con arreglo al carácter general de las demás obras dramáticas españolas, merecen mención especial El invisible príncipe del Baúl, de mucho ingenio y de mucha gracia verdadera, quizás comparable á Amar por señas, de Tirso de Molina; El vencedor de sí mismo, del ciclo de tradiciones de Carlomagno; Los desagravios de Cristo, que trata de la destrucción de Jerusalén por Tito; El conde de Saldaña, en dos partes, quizás la mejor obra dramática que trate de la historia de Bernardo del Carpio, y la que se ha sostenido más largo tiempo en el teatro, y, por último, El rayo de Andalucía, cuyo héroe es el famoso bastardo Mudarra.
Oyes, Miguel..... ¿No te ha hablado tu tío Bernardo?... preguntole con voz algo alterada. Miguel se detuvo y no contestó. ¿No te ha hablado de cierto asunto? Sí murmuró el chico, también cortado. ¿Y qué te ha dicho?... Cuenta..... Miguel comenzó a colocarse los dedos de la mano izquierda unos sobre otros y no dijo palabra.
D. Bernardo hablaba de él con poco respeto y le trataba con cierto despego: el mismo brigadier, aun queriéndole bien, no se mostraba muy impresionado por aquella famosísima estampa, y solía reprenderle suavemente algunas cosas que llamaba puerilidades.
Pero esta vez se había improvisado aquella fiesta de confianza y se comía a la española, por excepción, para visitar por la tarde, en los coches de la casa, la quinta del Vivero, donde el Marqués tenía un palacio rodeado de grandes bosques y una fábrica de curtidos, montada a la antigua. Se trataba de ir a ver los perros de caza y uno del monte de San Bernardo que Paco había comprado días antes.
El escándalo que á la puerta del templo se produjo fué enorme, y aprovechando entonces la confusión de los primeros momentos, don Bernardo huyó entre la gente, llegando á buscar asilo al convento del Carmen, que era el recurso entonces de los que cometían un delito.
Palabra del Dia
Otros Mirando