Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 13 de junio de 2025
Moría Poncio de Santapáu, el almirante catalán; moría después el almirante valenciano Bernardo Ripoll, y la pérdida de estos jefes daba la victoria á los de Génova. Pero, un año después, la marina catalana tomaba el desquite en las costas de Cerdeña, sorprendiendo á la flota genovesa que favorecía la insurrección del juez de Arborea contra los monarcas de Aragón, señores de la isla.
Hasta ahora no sirven para ilustrar mucho la situación: egoísmo, filosofía, mal humor y recriminaciones, esto es lo que nos dan las cuatro primeras muestras. La de Ribert asegura que esto es ya un éxito enorme que nos promete para los días siguientes cartas de un interés palpitante. Como yo no pido más que palpitar, espero... «Bernardo Monastiel a una persona seria.
Saltó en esto, y dijo: "¿Cómo lo que yo? ¡Voto a Dios!, que ni García de Paredes, Julián Romero ni otros hombres de bien. ¡Pese al diablo! Sí, que entonces sí que no había artillería. ¡Voto a Dios!, que no hubiera Bernardo para una hora en este tiempo. Pregunte vuestra merced en Flandes por la hazaña del Mellado, y verá lo que le dicen."
Cuando los últimos Aguilares señores de la villa murieron en Algeciras sin dejar descendencia masculina, el rey D. Alonso XI incorporó el estado de Aguilar á la corona, y á los descendientes por hembra D. Bernardo vizconde de Cabrera y D. Alonso Fernandez Coronel, los contentó con la Puebla de Alcocer y Capilla.
MARTIN HUME, The Court of Philip IV, London, 1907. DON BERNARDO, viejo DO
Tal se presentó el bueno de Bernardo Carpio en el escenario de Legaspi. Hasta las dos de la madrugada no terminó la primera parte. En las noches sucesivas continuó el desempeño de la obra, cuyo argumento me conformaría con que tuviera cuerpo siquiera fuese jorobado, ya que era imposible encontrarle piés, cabeza ni manos.
Envía esos niños a la cama ordenó D. Bernardo. Ahora, ahora; en cuando lleven a Miguel a su casa repuso la señora. Estoy esperando que el criado concluya de comer. El puerto de la Habana dijo Romillo poniendo el estereoscopio delante al coronel. Su país de V. dijo Eulalia a Valle, con un amago de sonrisa. ¿Tiene V. deseos de ver su tierra? preguntó doña Martina.
Con mucha facilidad salí un águila en esto. #Un día# puse pies en polvorosa, y tomando el camino en las manos y en los pies, por detrás de San Bernardo, me fuí por aquellos campos de Dios, adonde la fortuna quisiese llevarme. Aquella noche dormí al cielo abierto, y otro día me deparó la suerte un hato o rebaño de ovejas y carneros.
Además, para la gente menuda, estaba allí el padre San Bernardo, tan poderoso como Dios en todo lo que tocase a Alcira, y único capaz de domar aquel monstruo que desarrollaba sus ondulantes anillos de olas rojizas. Llovía día y noche, y sin embargo, la ciudad, por su animación, parecía estar de fiesta.
¡Y qué calladito se lo tenía! dijo Valle. Yo lo sabía ya hace días, pero no me atrevía a publicarlo, comprendiendo que D. Bernardo se estaba haciendo el uniforme para dar una sorpresa a sus amigos, como así resultó repuso Juanito Romillo, a quien molestaba muchísimo el ignorar cualquier noticia. Está muy bien, ¿no es verdad? preguntó doña Martina, llena de cándido orgullo.
Palabra del Dia
Otros Mirando