United States or France ? Vote for the TOP Country of the Week !


Clara, conmovida hasta saltársele las lágrimas, de todos se despide, sube por la escalerilla y todavía desde lo alto les envía con su hermosa mano un beso de despedida. Sin embargo, arriba ya estaban buscándola su hermano y Tristán. El coche enganchado esperaba a la puerta.

El colono o el mecánico que llega a establecerse en los pueblos de la Argentina o las selvas brasileñas, envía una carta a su pueblo: «Remítanme una muchacha de éstas y las otras condiciones. Ahí van tres mil marcos para ropa y el pasaje.

No dejó Salazar sin recuerdo las oraciones de los pajes que todavía hoy recuerdan las trompetas al tomar y dejar las camas los marineros, expresando que al alba cantaban Bendita sea la luz y la santa veracruz, y el señor de la verdad y la Santa Trinidad: Bendita sea el alma Y el Señor que nos lo manda; Bendito sea el día Y el Señor que nos le envía. Pater noster. Ave María. Amén.

Pero por Dios, Manuel: yo os he llamado para un asunto importante. Lo todo; que lo más importante para vos es mi amigo Juan Girón y Velasco. Si os envía ese caballero y os digo esto para concluir , decidle que le he dicho ya cuanto tenía que decirle, y que más allá de lo que le he dicho no daré un paso.

La misma vanidad de la criatura, que empieza á ser mujer, es profusamente lisonjeada. El Príncipe le envía sus emisarios y servidores, y la calzan con preciosos zapatitos, como á la Cenicienta, y la coronan de flores y la adornan con ricas vestiduras de desposada, y la atavían por tal arte que parece hermosa y gallarda.

Habiendo aquel que al mundo dió de mano En trueco del eterno y gran reposo, Dejándole primero todo llano Y en paz, al heredero muy dichoso, Juzgado por consejo bueno y sano, De dar hombre valiente y belicoso, Al Argentino envia Adelantado, Que Cabeza de Vaca fué nombrado.

El padre de Julia, empleando los ruegos y las amenazas, la conmina á prestar su consentimiento á su enlace con el Conde; resístese cuanto puede, pero previendo que habrá de ceder á la fuerza, envía á Celia en busca del sacerdote Aurelio, confesor suyo, para pedirle en este trance su ayuda y su consejo. Al comenzar este acto se supone haber sucedido todo lo expuesto.

Se desdoblaba su interior, surgiendo junto á la mujer de gustos frívolos ansiosa de comodidades y grandezas, otra que era la de las temibles energías, la de las extremas resoluciones en las horas difíciles, la que no vacilaba ante la crueldad. Y esta mujer, al despertarse, aconsejaba imperiosamente á su compañera: «No dejes que se marche. El destino te lo envía

Jamás se les ha visto envejecer. ¡Dios los envía alguna vez para consolar a los pobres y a los enfermos, pero los vuelve a llamar pronto a su lado! Cuando mueren, lo hacen con una sonrisa de alegría, porque les place volver al sitio de donde han venido. Si usted encuentra alguno por casualidad, tenga cuidado de no perderlo de vista ni un momento, porque ya no volvería a verlo

Mañana, al rayar el dia, partirémos, madre mia. ¡Oh! ¿Qué dices? En su empeño, mi amor á la lid me envia. ¿No me engañas? ¿No es un sueño? Me tarda el tenerla mia; pero esta noche..... ¡Oh, señor! Ella en la reja me espera, piensa madre en su dolor, si escarneciendo su amor á hablar con ella no fuera por la sombra de un temor. ¡Oh! ¿Quién sabe?