Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de mayo de 2025
En el convento de San José, Catalina Dávila, presa de súbito arrobamiento, habíase levantado varios palmos del suelo al leer una anotación de mano de Teresa de Jesús, en los Morales de San Gregorio.
El inquieto entusiasmo de que estaba poseído me expuso a caer al agua cuando contemplaba con arrobamiento un figurón de proa, objeto que más que otro alguno fascinaba mi atención. Por fin llegamos al Trinidad.
Las paredes y el techo de la gruta tenian una hermosura luminosa increíble; por todas partes se escapaban hilos de agua purísima como cascadillas de perlas sonrosadas, y los muros presentaban colores muy variados, ya el blanco de la esmeralda pálida ó el blanco mate de la nieve, ¡Qué indifinible emocion la que sentímos allí, cogidos de la mano, en aquella atmósfera de la mas deliciosa frescura, bajo esa bóveda de cristal húmedo y tornasolado, aislados del mundo entero y en inefable arrobamiento!... Nuestro guia habia trepado por la escalera para darnos el ejemplo; por eso no pudo percibir si un eco delicioso del interior de la gruta era producido por el rumor de las cascadillas microscópicas, ó por un ósculo de infinito amor que habia saludado aquella mansion de los misterios de la naturaleza.... Cuando salimos á lo alto de la escalera nos parecia que habíamos vivido en cinco minutos diez años de ventura desconocida.
Mis ensueños navegan por el mar infinito de la eternidad, dulcemente sometidos a la brújula que Dios me ha dado. Si estas palabras no sirven para revelarte el estado de mi espíritu, inventa tú las que quieras para reflejarlo, en la seguridad de que no existe en el vocabulario término alguno que alcance a reflejar mi éxtasis, el arrobamiento de este amor mío.
Como el dueño del boliche estaba ausente, Friterini, detrás del mostrador, imitaba el aire del patrón, mientras leía con arrobamiento un periódico italiano, viejo y sucio. Levantó Manos Duras sus ojos, avisado por una tos discreta, y vió en la puerta á la mestiza, que le hacía señas para que saliese.
Levantóse luego uno de ellos y se colocó en medio, y tomando el cáliz se dispuso á consagrar el vino; aplicó al licor sus ardientes labios, rojos como los de una doncella, y su fragancia le cautivó el sentido; pero cuando libó la deliciosa copa, su dulzura y suavidad le sumergieron en un profundo arrobamiento.» La de la catedral.
Le hacía saber los sucesos más importantes de Barcelona y del mundo entero; comentaban juntos los futuros destinos de Esteban; oía él con arrobamiento su voz dulce, concediendo gran importancia á los detalles de economía doméstica ó á las descripciones de fiestas religiosas, sólo porque era ella la que hacía tales relatos. Muchas veces quedaban en largo mutismo.
Mire también a las señoras viejas sentadas junto a él; ¡con qué arrobamiento le contemplan mientras come!... Fíjese en la mesa del centro, la más grande del salón; es para catorce pasajeros, y la ocupa el doctor Zurita con su familia. ¡Hombre generoso y campechano! ¡Como si nos conociésemos toda la vida!
Era D. José como un director de orquesta, sólo que los músicos eran escribientes y las notas números. Resultaba una sinfonía de orden, que mecía en embriagador arrobamiento el espíritu del tenedor de libros. Al día siguiente, cuando Isidora se levantó, ya estaba su padrino de vuelta de la compra.
Yo quisiera agregó en voz bien alta, tendiendo ambos brazos hacia la verdosa claridad, en la cual sus manos resplandecieron de modo perturbador, yo quisiera subir de un solo ímpetu a una de las moradas de arrobamiento que describe la Madre Teresa de Jesús; gozar, aunque fuera un instante, de ese deliquio, de ese éxtasis, en que ella caía de continuo; llegar a Dios, en fin, de un solo y soberano vuelo del alma, y anegarme, abismarme en su contemplación.
Palabra del Dia
Otros Mirando