United States or Guyana ? Vote for the TOP Country of the Week !


Júpiter entonces convoca y reúne a las divinidades de los mares y de los vientos y con ellas arregla y ordena tan benignamente las cosas que la Infanta puede llegar al puerto de Villafranca, sana, salva y complacida, como llegó en efecto. El lindo y candoroso auto de Gil Vicente se titula Cortes de Júpiter, y fue muy aplaudido por el noble auditorio.

GANSO VERDE ASADO. Se limpia y arregla un ganso pequeño. Se le introduce en el cuerpo sal y manteca fresca. Se asa a fuego vivo durante una hora. Se sirve con su jugo, y aparte una salsa de tomate. GANSO GUISADO. Se limpia y corta en pedazos, poniéndolo a freír con manteca, tomates, perejil, jamón, tocino, sal, cebolla, ajo y zanahoria.

El autor del secreto decide lo que quiere dejar registrado, y entonces arregla las treinta y dos cartas en el orden que desea.

Lo primero, debes tener mucha cachaza y muy mala intención. Esos no son más que síntomas; pero tienes que andarte con cuidado. Tirso me dirige la palabra lo menos que puede: no de qué modo se las compone; pero lo arregla de suerte que, cuando yo entro, él sale, y viceversa; me habla poco, con cortesía, y sin entrar nunca en conversación larga.

Ya veis, don Federico dijo Rafael , que esa leyenda popular arregla desafíos a medianoche y crea duques a pedir de boca. Calla por Dios, Rafael dijo la condesa , y déjanos esta creencia, pues me gusta esa etimología. respondió Rafael ; pero el duque de Alba no le agradecerá a tu madre la ilustración que quiere darle. Ahora veréis lo que hay en el asunto.

Con todo, es chistoso eso de casarse casi con su hermana... Pero la verdad es que ese matrimonio arregla muchas cosas. Así no se desparramará la fortuna. Y todos concluían: La verdad es que son una buena pareja y bien proporcionada. ¡Bien proporcionada!... ¿Acaso en lo físico?

Isidora coloca las sillas con cierto orden, arregla las camas, quita el polvo. JOAQUÍN. Como quieras. El comer bien o el comer mal me es indiferente; pero, pues lo quieres, comamos bien, que nada se pierde en ello. No tengo un vestido decente que ponerme... ¿Pues y ? ¡Y a esto llaman vivir!... JOAQUÍN. La vida sin dinero es una enfermedad del cerebro, una fiebre galopante, una meningitis.

Por último, no pudiendo dejar de reír, exclamó: ¡Oh, heimatshlos, heimatshlos! ¡Nadie como para hacer bien un paquete y para marcharse sin volver la cabeza! Luisa sonrió. ¿Estás contento? ¡No he de estarlo! Pero mientras hacías todo esto, estoy seguro que no has pensado en preparar la cena. ¡Oh! ¡Eso se arregla pronto! No sabía que venías esta noche, papá Juan Claudio. Es verdad, hija mía.

Déjenme ustedes ver cómo se arregla eso; porque para ... ¿por qué lo he de negar? la ciencia es lo primero. Lázaro insistía en dejar á sus tres amigos: tan aburrido y melancólico estaba. Espera, hombre le decía Javier deteniéndole aún. Espera á ver lo que hacen estos bárbaros.

que la tengo; pero es cara para ti». «Enséñemela usted... y a ver si me la arregla»... Entonces hacía el hombre un desmedido esfuerzo, como quien sacrifica al deber sus sentimientos y gustos más queridos, y bajaba la pieza de tela. «Vaya, aquí está la pana.