Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 27 de junio de 2025


Yo, cuando entablo relación con una mujer, no me considero comprometido a amarla siempre, sino mientras pueda. Lo que hace la desgracia de las mujeres es esa inclinación particular que sienten hacia la eternidad.

Y antes que todo, había que probar que en realidad el Príncipe hubiera vuelto a amarla. ¿Qué había hecho en los últimos tiempos? Era necesario creer que tuviese en algún lugar secreto los documentos relativos a su acción revolucionaria, pues en su domicilio de Zurich se habían hallado muy pocos, aunque estos mismos no dejaban de tener importancia.

No, yo quiero la ciencia para el que se la merezca, para el que la sepa guardar, contestó; cuando los estudiantes den pruebas de amarla; cuando se vean jóvenes convencidos, jóvenes que sepan defender su dignidad y hacerla respetar, habrá ciencia, ¡habrá entonces profesores considerados! ¡Si hay profesores que abusan es porque hay alumnos que condescienden!

La Nela tenía la rectitud suficiente para adoptar y asimilarse al punto la idea de que no podría aborrecer a su improvisada hermana. ¿Cómo aborrecerla, si se sentía impulsada espontáneamente a amarla con todas las energías de su corazón?

El Padre pedía a Dios un milagro: olvidarla, dejar de amarla, que Dios hiciese de suerte que él viniese a entender que no era a doña Luz a quien había amado, sino a un fantasma parecido a doña Luz, cuyo bulto nebuloso se sustraía a todo abrazo corporal, cuyo corazón no latía más vivo al sentirse estrechado por otro, cuyos labios no besaban ni cedían comprimidos por los besos de otros labios, y cuyos pies, en suma, no tocaban este bajo suelo.

También consultaba á éstos para saber si sería feliz, y sobre todo si la amarían mucho, aunque sin decir nunca quién debía amarla. Otras veces preguntaba al trípode, con una ansiedad de celosa, lo que estaría haciendo á aquellas horas un personaje incógnito cuyo nombre no se atrevía á pronunciar, pero que unos meses era moreno y otros meses rubio. Ella y el velador se entendían.

Margarita creció, creció en hermosura y en pureza, creció á mi lado; yo la enseñé á leer, yo la expliqué los misterios de la religión, que el párroco nos explicaba en la iglesia... Margarita creció en años y en hermosura, y se hizo mujer. Yo seguía tratándola como hermana; la amaba con toda mi alma, pero creyendo amarla con un amor de hermano.

Está persuadido de que en su vida ha visto tanta gracia. ¡Qué encanto en la actitud de esa joven cuñada medio tendida! Las palabras de su hermano le vuelven a la memoria: «¿Me habría sido posible no amarlaNo , pero hoy siento ganas de charlar dice Gertrudis con sonrisa confiada; y coloca más cómodamente su cabeza. ¿Y , estás dispuesto a escuchar?

Nos dimos la mano con timidez, sin decirnos palabra. Yo no estreché la suya: ella no estrechó la mía; pero las conservamos unidas un breve rato. En la mirada que Pepita me dirigió nada había de amor, sino de amistad, de simpatía, de honda tristeza. Había adivinado toda mi lucha interior: presumía que el amor divino había triunfado en mi alma; que mi resolución de no amarla era firme e invencible.

La misma inquieta hipocresía de que la baronesa acababa de darle transparente testimonio, decía claro a Beatriz cuánto sospechaba la vieja dama acerca de las intenciones de su sobrino y cuánta rosada esperanza podía ella abrigar en su pecho... Y, sin embargo, ahora más que nunca se encontraba amarrada a su adverso destino, ya que no sólo había empeñado su leal palabra a la de Montauron, que también teñía Beatriz en sus amantes manos la suerte o la total ruina del hombre de sus predilecciones, porque conocía demasiado la huérfana a la baronesa para poner un solo instante en duda que, si Pedro se casaba contra la voluntad de su orgullosa tía, no dejaría ésta por motivo alguno de poner en práctica sus fulminantes amenazas; así, pues, veíase la joven sin ventura reducida a temer lo que anhelado había más en la vida, y ante el temor de verse expuesta, a prueba superior a sus fuerzas, rogaba al Cielo que su elegido jamás llegase a amarla.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando