United States or British Virgin Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


Interpretaba al piano con envidiable maestría las más delicadas melodías de Beethoven, y fotografiaba con su cáustico lápiz, ó su correcta pluma, las costumbres filipinas. El tiempo que le dejaba libre el cuidado de un magnífico cafetal, lo repartía entre el amor de su esposa, el cariño de sus hijos, el estudio, y el preparado y conservación de sus colecciones.

Durante las elecciones, cuando muchos, casi todos, le creían manejando la complicada máquina de las influencias, el único servicio positivo y directo que prestaba era el de agente electoral. Pedía un puñado de candidaturas a Mesía y las repartía por las parroquias electorales que visitaba en sus paseos de Judío Errante.

El señor Manolo no los mentaba nunca, y eso que sabía dónde se ocultaban desde la semana siguiente a la de su fuga. Vivían cerca de la plaza de la Cebada, en la casa de un reaccionario, de un loco que repartía estampas y regocijaba a la gente con sus sermones. Yo lo todo dijo el capataz, riendo ante el asombro de Maltrana . En mi oficina se habla de cuanto ocurre en Madrid.

Existía una dichosa compenetración de lo espiritual en lo temporal; era una imagen aproximada de lo que debe ser el reinado de Dios sobre la tierra. El rebaño místico se repartía, como era natural. Cada clérigo tenía sus hijas de confesión, que le obedecían y le admiraban.

Cada nacion se repartia en tribus, y cada tribu tenia un gefe, cuya autoridad se limitaba á muy poca cosa: á decir verdad, no formaban todos estos indígenas un cuerpo de nacion.

Los del alto nunca echamos el cuerpo fuera mientras se repartía leña y á nosotros nos ha tocado tanta ó más que á vosotros. En la romería de Lorío el año pasado molieron sobre unos mozos como si estuvieran trillando trigo. En más de una semana no pude hacer labor alguna porque estaba derrengado. Á mi primo Jacinto le dejaron en Rivota más blando que un higo.

Pero los indios habiéndonos sentido, quemaron con sus pueblos toda la comida y cuanto podia servirnos de alivio, y se huyeron: sin embargo tragimos á Buenos Aires alguna poca, que se nos repartia á onza y media de pan de racion; mas como era tan corta, murió de hambre la mitad de la gente en este viage.

Una mujer mal vestida atropelló en cierta ocasión al criado, se metió por el pasillo adelante, entró sin anunciarse en el despacho, y encarándose con D. Manuel, dijo con lágrimas y gestos de teatro: «Señor, soy viuda de un Pez». Don Manuel repartía promesas, limosnas, a veces credenciales de poca monta, y para todos tenía un consuelo, una palabra o un duro. Era bondadoso y muy bien educado.

Repartía su vida entre el estudio, el auvernés y el espejo. En este período fue cuando escribió, distraídamente, sobre el borrador de una escritura de venta: «¡Qué dulce es hacer bien a su prójimoMáxima un poco vieja en misma, pero nueva en absoluto para él.

La tía Úrsula la repartía, mientras nosotros, los chicos, mirábamos si a alguno le daban más que a los otros, para protestar. Mis primos solían contar cosas de los teatros y circos de la corte; pero, la verdad, esto no me llamaba la atención. Lo que me atraía era el mar. Miraba con envidia los chicos descalzos del muelle.