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La abundancia de víveres que habia reinado hasta entónces, gracias á la buena pesca y á la caza, nos fué abandonando poco á poco; pues la selva iba siendo cada vez mas desierta, y por otra parte, la pólvora que yo llevaba alterada sin duda por la humedad, se habia puesto inservible; por manera que bien pronto la falta de caza nos redujo al pescado sin sal por todo alimento, y mas tarde á unas pocas espigas de maiz que nos proporcionaron los Yuracarees, y á los palmitos que pudieron derribar mis indios.

El Convento de Monjas descalzas de Santa Teresa, o Monjas de Abajo, es de una nave con cruz latina: para esta fundación dejó sus bienes D. Domingo de Vencochea, natural de la ciudad de Teruel, pero no siendo suficientes, se proporcionaron mayores con la piedad del pueblo, y sobre todo con los generosos auxilios del Ilmo. Sr.

Como el ya don Simón no conocía bien al pormenor el carácter de la plaza mercantil en que se había establecido, dedicóse el primer año, y mientras la estudiaba a fondo, a descuentos ventajosos y préstamos sobre fincas; negocios que le proporcionaron cómodas y pingües utilidades. Al siguiente, ya se matriculó como comerciante capitalista. Al tercero, botó dos barcos a la mar.

Proseguí mi camino, alegrándome de ver que el pobre duque Miguel, ya que no pudiese conseguir trono ni princesa, tenía por lo menos una residencia no inferior a la de ningún otro príncipe de Europa. No tardé en llegar al bosque, cuyos frondosos árboles me proporcionaron fresca sombra por más de una hora.

Ni la pintura de almas ni una existencia accidentada llena de amoríos costosos y duelos complicados proporcionaron al joven Desnoyers su renombre. La gloria le tomó por los pies. Un nuevo placer había venido del otro lado de los mares, para felicidad de los humanos.

El Padre Arrigoitia y el médico Duhamel, de acuerdo con Miranda, y facultados telegráficamente por la desconsolada familia Gonzalvo, proporcionaron a la muerta cuanto necesitaba ya: mortaja y ataúd.

Desde entonces fué ardiente liberal hasta la vuelta de Fernando, en que sus relaciones con el favorito Alagón le proporcionaron un destino de covachuelista con diez mil reales.

La protección, que le dispensaron dos grandes generosos, el conde de Lemos y D. Bernardo de Sandoval y Rojas, arzobispo de Toledo, hicieron los más felices los últimos años de su vida, y le proporcionaron tranquilidad suficiente para realizar sus planes poéticos, como el de la continuación de la Galatea, la comedia El engaño á los ojos, dos obras desconocidas, el Bernardo y Las Semanas del Jardín, y la novela Persiles y Segismunda, única que nos ha conservado el tiempo.

Con repentino impulso, como si temiese morir lejos del suelo natal, volvió a España. En Barcelona le proporcionaron los compañeros la dirección de una imprenta, pero antes de ocupar su puesto quiso pasar unos días en Toledo. Volvía envejecido antes de los cuarenta años, hablando cuatro o cinco idiomas y más pobre que salió de allí.

En las épocas en que don Juan tenía buen apetito, Mónica se lo satisfacía con escogidos platos, que jamás le proporcionaron indigestión ni hartazgo; cuando desganado, le excitaba el hambre comprándole y condimentándole moderadamente lo que mejor pudiese regalarle el paladar.