Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 24 de mayo de 2025


Acercándose al gabinete de su padre, vio que levantaban un altar. Preguntó sencillamente lo que aquello significaba, y una criada, llevándole a un rincón, le dijo que no se asustase, que su papá había deseado confesarse y recibir la Comunión, y que su Divina Majestad vendría pronto a visitarle. Esta recomendación de no asustarse, hecha repetidas veces, produjo el efecto contrario.

Acudieron los nuestros á visitarle, persuadidos á que también á éste como á otros la tribulación le habría abierto los ojos para arrepentirse de su pecado; pero sorprendido de un accidente y sintiendo que se le acababa la vida, llamó á sus parientes y amigos y les dijo: «Verdaderamente, hermanos míos, que soy desgraciado é infeliz, pues por mis delitos pasados estoy condenado á arder para siempre en las penas eternas del infierno.

Y así, determinaron de visitarle y hacer esperiencia de su mejoría, aunque tenían casi por imposible que la tuviese, y acordaron de no tocarle en ningún punto de la andante caballería, por no ponerse a peligro de descoser los de la herida, que tan tiernos estaban.

Por espacio de algunos meses vivió en un estado febril; apenas comía, apenas dormía; tan profundamente distraído, que se le olvidaban los menesteres más corrientes de la vida. Si Carlota no le vigilase saldría a la calle con las botas rotas o sin corbata. Hablaba poco y no siempre acorde. Algunas veces Miguel y Carlota iban a visitarle al taller.

Podía visitarle cuando quisiera y darle noticias de su mujer: aquello le alegraba mucho; ahora comprendía por qué los hombres son malos. Desde entonces el cura le visitaba casi todas las tardes, para fumar unos cuantos cigarros, hablando de Enriqueta, y alguna vez salían juntos, paseando por las afueras de Madrid como antiguos amigos.

Ha hecho una grande acogida a Alfonso, y le ha comprometido a que vaya a visitarle cuando esté en París; pero tengo para que esto puede acarrear más daño que utilidad. Yo no pido para mis hijos las grandezas de este mundo; únicamente deseo para ellos un modesto y tranquilo bienestar, adquirido en el cumplimiento estricto de sus deberes. 11 de octubre de 1811.

Por estos días se dijo que aquél había experimentado un nuevo ataque y que de resultas había quedado casi enteramente imbécil. Confirmaba este rumor el que no salía de casa y el que sus amigos íntimos no conseguían verle cuando iban a visitarle.

La suposición de esta ausencia impresionaba de tal modo á Ra-Ra, que para consolarse volvió á repetir sus abrazos y sus besos. ¡Oh, Popito! murmuró con una voz de éxtasis. Gillespie consideró prudente apartar su mirada de ellos para volverla hacia el imponente cortejo que había venido á visitarle. Miss Margaret se llama ahora Popito se dijo mentalmente . ¡Qué nombre extravagante!

Se diría que hasta para hablar, hasta para pronunciar algunas palabras, le faltaban ya bríos. Fray Miguel estaba postrado en cama y callado como muerto. Sólo acudían a visitarle en su celda el Padre Ambrosio, cuya reputación de excelente médico era grandísima e indiscutible, y el hermano Tiburcio que, ayudante del Padre, cuidaba de Fray Miguel, y le suministraba alimentos y medicinas.

Si alguien los enfermos o el doctor se resistía a visitarle, recurría a pequeñas astucias: aseguraba que en su cuarto había un ruiseñor que cantaba admirablemente. De esta manera procuraba atraer gente a su habitación. Los enfermos estaban tan encantados como él de su aposento, y cuando les daba por elogiar la clínica, hablaban de él en primer término.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando