Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 4 de junio de 2025
Sin duda por esto quiso Dios que el espíritu tuviese como base de operaciones, el cuerpo, la vil materia, tan calumniada por los espiritualistas. Además, ¿quien sería capaz de comprender o interpretar los ensueños de una doncella? Dijo Zenón que nunca desentrañará el hombre la esencia de las cosas; mas se le olvidó añadir que el sumo grado de lo imposible es descifrar lo que sueña la mujer.
A las dos horas poco más o menos, tornaron a abrir la puerta, y entró el escribano a leerme la sentencia. No se me condenaba nada más que a morir en garrote vil, si bien en atención a que jugaba con mucha seguridad los recodos limpios, dejábase a mi arbitrio señalar el día de la ejecución.
Lo mismo que un general que con un ejército numeroso invade un país dilatado, él ha puesto en juego allí dos o tres millones de duros. Comenzó por comprar acciones de *, monopolizó el mercado, se hizo dueño de todos los papeles, y conseguido esto, manteniendo siempre la demanda, trataba de vender a precios exorbitantes lo que había comprado a precio vil.
El paseo con el estudiante, la escena del ventorrillo, la vil tortilla cebolluna, las naranjas comidas en campo raso, las confianzas, las carreritas, se reprodujeron en su imaginación como un sabor amargo y malsano, haciendo salir el rubor a su semblante. Habían sido aquellas aventurillas tan contrarias a su dignidad y a su posición futura, que diera cualquier cosa porque no hubieran pasado.
Vaya usted, señora, á coser sus calcetas y á espumar el puchero, y usted D. Marcos, á cuidar sus hijos si los há, y usted, joven, á aprender un oficio, que más cuenta le tiene cualquier ocupación, aunque sea ingrata y vil, que componer libros.
¡Vil ratón de cocina! ¡asesino! ¡infame! exclamó el cocinero mayor ; ha muerto por haber comido una perdiz que se sirvió en la mesa de su majestad. Todos se pusieron pálidos; pero Cristóbal Cuero conservó toda su serenidad. ¿Y ha comido la reina? dijo. La providencia de Dios ha salvado por fortuna á su majestad.
Salió en efecto de la habitación y dirigiéndose al cuarto de la joven, sin más palabras, sacó un puñal, y sorprendiéndola desprevenida, la asesinó vil y cobardemente de dos puñaladas en el pecho, volviendo muy tranquilamente á donde el galán aguardaba, á quien manifestó que su sobrina estaba vistiéndose y no tardaría en salir y que él corría á la calle á avisar á una señora vecina y amiga de la casa, para que fuese testigo de la concesión de la mano que iba á hacer.
Aproximábase al Colegio Imperial, cuando un vil pillete que rasguñaba una destemplada guitarra se le puso delante, cortándole el paso, y con voz que más tenía de infernal que de humana, cantó esta copla: ¡Muera Cristo, viva Luzbel! ¡Muera D. Carlos, viva Isabel! Apartó suavemente el jesuita al cantor y siguió adelante.
Si pedís parecer de los que ahora Están en posesión, y que es forzoso Que el vulgo con sus leyes establezca La vil quimera deste monstruo cómico, Diré el que tengo, y perdonad, pues debo Obedecer á quien mandarme puede, Que, dorando el error del vulgo, quiero Deciros de qué modo las querría, Ya que seguir al arte no hay remedio En estos dos extremos dando un medio.
Dijérasme: «Padre mío, Yo soy mujer flaca y débil; Caséme contra tu gusto, Yerros de amor oro tienen.» Perdonárate yo entonces; Que no es posible eligieses Hombre tan vil, siendo cuerda, Y en virtud é ingenio un fénix. Cualquier hombre te dijera, Por vil y bajo que fuese; Y no pude el que me dió Para marido mi suerte.
Palabra del Dia
Otros Mirando