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Actualizado: 13 de julio de 2025
Según antigua tradición, Marcilla fue a Teruel por el camino de San Cristóbal, y al llegar a los Arcos oyó que daban las once en una torre de la ciudad, e hincando espuela a su cabalgadura dijo a su escudero: «Camacho, perdidos somos.»
De las siete puertas que antes daban entrada en Teruel, solo hoy están en pie las tres siguientes: 1.ª La de San Salvador, nombre que recibe del templo y de la calle a que da paso; es toda de piedra y de gran solidez y se cree fue construida muy poco después de la fundación de la ciudad.
En 7 de Enero de 1482, los Reyes Católicos que venían de Valencia, entraron en Teruel acompañados de numeroso séquito, del cual formaban parte el Cardenal Mendoza, y muchos grandes de Castilla y de Aragón; fueron recibidos del vecindario con extremado regocijo y grandes fiestas; juraron los reyes en la Iglesia de Santa María los privilegios y libertades de la ciudad, recibiendo de esta un donativo de doscientos florines de oro: Teruel, durante la permanencia de las regias personas, fue ricamente engalanada con tapices y caprichosos arcos de triunfo, por las noches estuvo profusamente iluminada, y sus calles pobladas a toda hora de los habitantes de los pueblos inmediatos, que acudieron a danzar y cantar ante los reyes católicos, a quienes ofrecieron ricas telas, exquisitas frutas, buenas maderas de construcción, y minerales de muchísima estimación.
D. Fernando Valdés y Llano, natural de Cangas de Tineo, del Obispado de Oviedo en el Principado de Asturias; fue inquisidor de Barcelona, Salamanca y Toledo; electo Obispo de Teruel, entró en esta ciudad el 13 de Diciembre de 1625. En Octubre de 1627 celebró Sínodo diocesano: en 1632 fue trasladado al Obispado de Leon.
Señor guarde y acreciente en su sto servicio de Valencia A XX de Octubre de 1575.» En ambos costados de la Sala están los patronos de las parroquias, los retratos de D. Raymundo de Castrocol, Obispo de Zaragoza, que en 1217 concordó sobre décimas con el Ayuntamiento y Capítulo eclesiástico de Teruel. El de D. Pedro el IV. El de D. Alonso II y el del Sr. D. Gil Sanchez Muñoz. Capítulo VII.
Sobre dicho armario se leía: Aquí yacen los celebrados Amantes de Teruel, D. Juan Diego Martínez de Marcilla y D.ª Isabel de Segura. Murieron en 1216 y en el de 1708 se trasladaron a este panteon.
D. Francisco Javier Lizana, nació en Arnedo, Obispado de Calahorra, estudió gramática y filosofía con los jesuitas de Calatayud, jurisprudencia civil y canónica en la antigua Universidad de Oñate y en la no menos antigua de Zaragoza donde recibió los grados de Licenciado y de Doctor y el claustro le nombró Presidente de la numerosísima Academia de dicha facultad: fue Doctoral de Sigüenza, Penitenciario de Zamora, Gobernador de esta Mitra, Obispo Auxiliar del Arzobispado de Toledo, y después por nombramiento del Rey D. Cárlos IV, Obispo de Teruel en cuya ciudad hizo su entrada el cuatro de Diciembre de 1799; el mismo día, esplicó su celo por el decoro del Templo y dio orden de hacer colgaduras de terciopelo carmesí y galones de oro para el Presbiterio y de damasco para las columnas, colocándose todo a sus espensas: al día siguiente manifestó su misericordia y beneficencia, llevando la primera atención de sus visitas los pobres enfermos y encarcelados a quienes socorrió con largueza y con saludables exhortaciones que repetía casi todas las semanas, atrayendo con su ejemplo a muchos de los sacerdotes que le ayudaban en estas laudables tareas: manifestó mucho celo por las Iglesias de su Obispado, formó una Congregación de ministros del Señor para predicar al pueblo en la Iglesia del Seminario y sus oficinas fueron notables por la diligencia y acierto con que eran despachados cuantos asuntos afluían a ellas: en 1802 fue promovido al Arzobispado de Méjico, sintiéndose mucho en la provincia la ausencia de tan ilustrado y laborioso Prelado.
El Casino Turolense. El Teatro. La Plaza de Toros. El Cementerio. El Torreon de Ambeles. La Torre Lombardera. La Muralla de Teruel.
El Hospital. La Casa provincial de Beneficencia. La Casa de la Comunidad. Las Casas Consistoriales de Teruel.
Cárlos V. siguiendo la tradición de sus abuelos, así en Aragón como en los antiguos reinos de la monarquía, envió a Teruel, entre otros a Juan Perez de Escanilla, que murió en una conmoción popular que había salido a sosegar; viniendo después por orden de Felipe II D. Matías de Moncayo, Señor de Ráfales, que aparece en la historia con el nuevo dictado de presidente de Teruel.
Palabra del Dia
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