Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 17 de octubre de 2025
¿Y confiesas el delito delante del rey? dijo severamente Felipe III. En primer lugar no fué delito; en segundo lugar ya lo confesé, y he cumplido la penitencia. ¿Y luego no velo yo por Dorotea? ¿no me sacrifico por ella? ¿no sufro un infierno por ella? ¿Pero aquel hombre murió? dijo profundamente el padre Aliaga.
Perdóname que te esté martirizando de este modo... Por mucho que tú sufras, aun sufro yo más... Ayer por la tarde, tu hermana me lo vino a decir,.. Figúrate el susto y el dolor que habré recibido... Mi primer impulso fué ahogarla, porque es imposible que ella no tenga la mayor parte de la culpa... Me dió pruebas de que estaban ya hace tiempo en relaciones, me enseñó cartas... Luego, la falta de Gonzalo en estos días, lo hacía todo creíble.
Yo espero que misia Melchora, heredera de toda esta tradición, que ella sabe mantener tan dignamente, hallará buenas mis razones y guardará un poco de simpatía para esta pobre muchacha. Te abraza con todo su corazón. =Inés= Indudablemente, esta Inesilla no vive en nuestra época. Y ello nos va a proporcionar a todos bastantes disgustos. Pocas veces sufro de tedio.
Yo en cambio sufro, comprendo toda la trivialidad que los mueve, la insignificancia de lo que sienten. Los muchachos como Castilla sólo pueden embobar a las tontas. Embobarlas y reírse de ellas. Reírse con razón, porque para llegar a formarse una ilusión sobre esos tilingos... Bueno, le interrumpió Raquel déjame con mis ilusiones y quédate con las tuyas.
Le enfadaba también que la calle y los terrados de las casas vecinas estuvieran llenos de gente que no hacía nada y le miraba con curiosidad pasearse con la cabeza envuelta en un pañuelo, como una mujer. Quería ya bajar, cuando su mujer le dijo: Mira, conducen a los bandidos; quizá eso te distraiga. ¡Déjame en paz! respondió colérico Ben-Tovit . ¿No ves lo que sufro?
No temas nada, no me apartaré de ti. ¡Ay! no es por mí por quien tiemblo, querida Marta; es por vos que sufro tanto sin ser culpable. Mi madre puede castigarme cruelmente. Eso no es nada; pero, ¿y si se le ocurriera castigar mi falta en vos, en mi presencia? No, no; te estás agitando por un vano temor. Vamos, no podemos hacer esperar a tu madre. Ten calma y sígueme.
Lo confieso; me hace daño... hasta sufro viniendo aquí a verla a usted, y, sin embargo, vengo... y seguiré viniendo mientras no comprenda que mi presencia la enoja. Más claro, agua: pero estaba dicha la cosa de tal modo, que, aun suponiendo que Cristeta recibiera disgusto, no podía manifestarlo.
Entretanto, no puedo decirte cuánto sufro, creo que no hay sobre la tierra una persona más desgraciada que yo. Ciertamente, hija mía, es difícil imaginarse una desgracia más grande que la tuya. Pero si he de decirte mi modo de pensar, tú te la has atraído en cierto modo, porque en esta querella tu boca ha pronunciado la primer ofensa. Veamos, ¿está en el locutorio tu Lucía?
Empezaré por la de mamá: «Hijo mío: Hace hoy ocho días que te fuiste y me parece que hace un año, te extraño como si hiciera meses que no te viera, pero es porque para mí es lo mismo no haberte visto en un mes que saber que no te voy a ver en todo ese tiempo y por eso sufro ya como si estuviera hoy en el último día de todos los que pasarán sin verte y sin oírte decir todos los disparates con que me haces reír hasta cuando no tengo ganas de reírme.
Sí... ¿No sufrís por él?... Sufro, sí... sufro una humillación que no he buscado, á la que no le he dado lugar, porque no le he dado esperanzas de ningún género. Os sentís humillada... luego amáis.
Palabra del Dia
Otros Mirando