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Actualizado: 25 de mayo de 2025
Estás tan linda como la más linda de las heroínas de Walter Scott le dije contemplándola con admiración. Reinita me dijo sentándose a los pies de mi cama, vengo a charlar contigo. Me alegro. Pero no estoy bien despierta todavía y puede que mis ideas... ¿Aun cuando se trate de casamiento? prosiguió Blanca, que ya conocía mi opinión sobre tema tan serio. ¿De casamiento?
Olvidando sus acostumbradas correrías por montes y riscos, la sacaba todas las tardes, sin faltar una, a dar paseítos higiénicos, que crecían gradualmente; y Nucha, apoyada en su brazo, recorría el valle en que los Pazos de Ulloa se esconden, sentándose en los murallones y en los ribazos al sentirse muy fatigada.
Sin habernos encontrado todavía, somos antiguos amigos, capitán dijo la baronesa sentándose donde él le indicaba; mi marido me ha hablado con frecuencia de usted como de uno de sus mejores amigos, y miss Darling ha apoyado aún sus elogios. Naturalmente, no puedo hablar mal de mi salvador. ¿No le ha contado a usted el caso, tía Liette? No valía la pena.
QUINTA POSICION. Sentandose sobre los talones y poniendo las manos sobre los muslos se gríta: ¡Dios mui grande! SESTA POSICION. Se postra como antes diciendo: ¡Dios mui grande! SEPTIMA POSICION. Vuélvese á poner de pie, y si es posible, sin poner las manos en tierra, y se repite la esclamacion: ¡Dios mui grande!
¿Querrá Dios traernos mañana un buen día? dijo con honda tristeza la señora, sentándose en la cocina, mientras la criada, con nerviosa prontitud, reunía astillas y carbones. ¡Ay! sí, señora: téngalo por cierto. ¿Por qué me lo aseguras, Nina? Porque lo sé. Me lo dice el corazón. Mañana tendremos un buen día, estoy por decir que un gran día.
Pero es muy natural que una mujer honrada, cuando ve que otra busca en su misma casa á su marido... piense... Pensad lo que queráis. Y Dorotea se sentó sin ceremonia. Y bien, mejor... dijo Luisa sentándose á coser ya sé lo que debo decir á mi marido cuando tenga un nuevo disgusto con él. Ninguna de las dos mujeres habló más. Al cabo de cierto tiempo Dorotea hizo un movimiento de impaciencia.
Señora, espere usted, por Dios, á que venga mi protector: yo se lo ruego por la gloria de su madre. La idea de que viniera Coletilla é impidiera la expulsión de la huérfana, puso á Salomé en grave peligro de que le diera el quinto ataque. ¡Qué agonía! dijo sentándose. Francamente, nuestra excesiva benevolencia nos trae á estos extremos.
Nada más. ¿Le parecía poco?... El Cantó no era aficionado a las alturas, porque sus cuestas le hacían toser. Siempre andaba por los valles, sentándose bajo los almendros y las higueras para inventar sus trovos. Si había subido hasta la herrería, era indudablemente porque el Ferrer le habría llamado. Hablaban los dos con gran animación.
Esta noche se queda usted en casa; quiero decir, que recibe usted a sus amigos... Toma le dijo Isidora ofreciéndole una bellota . Es lo mejor que te puedo ofrecer. Gracias, marquesa repuso Miquis sentándose . Es delicioso el obsequio. Vamos a cuentas y hablemos con seriedad. ¿Por qué no cenas con nosotros?
Y nada declaró a su marido Nabal. 20 Y sentándose sobre un asno, descendió por una parte secreta del monte, y he aquí David y los suyos que venían frente a ella, y ella los encontró. 23 Y cuando Abigail vio a David, se bajó prestamente del asno, y postrándose delante de David sobre su rostro, se inclinó a tierra;
Palabra del Dia
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