Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 9 de junio de 2025
Este pues fue el principio de los Judíos en Mallorca y sus progresos: veamos ahora su conversión y que hay que fiar de su Fe. CUAN POCO HAY QUE FIAR DE LA FE de este linaje de gente. No sé yo si ha habido en el mundo Nación más fácil en dejar a Dios y su ley cuando ella podía salvarlos, que la de los Judíos; ni al contrario más pertinaz en seguirla después acá que solo puede perderles.
Miss Gordon necesitaba diariamente el alimento espiritual de la música. Tenía un piano en su salón y un rimero de partituras que la acompañaban en sus viajes. Jaime sentábase junto a ella, frente al teclado, y procuraba seguirla como acompañante en las piezas que interpretaba, siempre del mismo autor, del dios, del único.
Pronunciando estas palabras se escapó, desapareciendo a favor de las tinieblas que descendían sobre el monasterio. Quise seguirla para verla una vez más, pero, lo que creí el ruido de sus pasos, era el rumor de un sauce llorón que gemía entre sus espesas ramas y su cabellera melancólica. Después repetí estas palabras: su amistad me seguirá, ¡y con qué dulzura las he repetido hasta aquí!
Es muy interesante observar esa doble gama, y á menudo el seguirla, yendo del tono más débil al más fuerte. La del Océano, que parte de las aguas fuertes y fortificantes, venteadas, agitadas, de la Mancha, se dulcifica en extremo al Mediodía de la Bretaña, humanizándose todavía más en Gironde, y es muy apacible en la cerrada concha de Arcachón.
O muy temerario era o muy poca vergüenza debía de tener éste cuando saltó a la calle en pos de ella y comenzó a seguirla por la del Caballero de Gracia, caminando por la acera contraria para mejor disfrutar de la figura que tanto le apasionaba. La dama seguía lentamente su marcha haciendo volver la cabeza a cuantos hombres cruzaban a su lado.
Estoy convencida de que no volveré a hallar jamás hombre tan guapo como tú y que me pete tanto, aunque, como el Infante don Pedro de Portugal, recorra yo en su busca las siete partidas del mundo. Y, sin embargo, tengo que abandonarte. Donna Olimpia lo quiere. Seguirla es para mí deber ineludible.
La señorita Alicia ha querido obligarme a seguirla por entre el polvo de los caminos; iba a resignarme, contando con la presencia de ustedes. Cuando supe que ustedes no irían, sin vacilar falté a la cita. Me imagino que nadie habrá notado mi ausencia...
Ferragut se sintió alarmado por tales palabras. ¿Qué sacrificio deseaba proponerle esta mujer?... Pero se calmó al seguirla escuchando. Todo era una hipótesis de su desordenada imaginación. «Está loca», afirmó de nuevo en su cerebro el consejero interior.
¡Qué moza, qué moza! murmuraba el P. Camorra arrebatado. Vamos, Padre, ¡pellízquese el vientre y déjenos en paz! decía mal humorado Ben Zayb. ¡Qué moza, qué moza! repetía; y tiene por novio á mi estudiante, ¡el de los empujones! ¡Fortuna tiene que no sea de mi pueblo! añadió despues volviendo varias veces la cabeza para seguirla con la mirada.
Irresistible é implacable, como si fuera empujada por el destino, el agua que cae lleva tal velocidad, que ni el pensamiento puede seguirla: se cree tener ante la vista la mitad visible de una ancha rueda que gira incesantemente alrededor de la roca. Contemplando esta corriente siempre la misma y renovándose sin cesar, se pierde la noción de la realidad.
Palabra del Dia
Otros Mirando