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Actualizado: 11 de junio de 2025
La secretaría estaba cerrada, y en el edificio había extraordinario movimiento. Subían y bajaban las escaleras frailes, militares, particulares, antiguos abogados y médicos, acaso para ofrecer sus servicios á la causa que peligraba.
Jaime Fábregas y Rex, Secretario del Secreto. Don Diego Embid de Moros, Secretario del Rey Nuestro Señor en el Supremo Consejo de Aragón y del Secreto de esta Inquisición, que lo fue de la del Reino de Cerdeña. Don Juan de la Puebla Moreno, Oficial Mayor que fue de la Secretaría de Cámara del Excmo. Sr.
A cualquier hora, mañana, me encontraréis en la secretaría de Estado ó en mi casa. Guárdeos Dios. El duque de Lerma.» Apenas entregada esta carta, el duque salió de casa de Dorotea, sin despedirse de ella, trémulo, irritado. El bufón salió también, llevando consigo la carta del duque de Lerma. Dorotea quedó en un estado horrible de ansiedad.
Obispo turolense D. Francisco Perez de Prado, tiene en su parte principal la Purísima, con cuya condición el prelado ayudó con sus fondos particulares a la construcción: al lado de la Epístola y en una urna, se ve a Santa María Magdalena, de bulto, en actitud penitente y contemplativa, perfectamente acabada: debajo del órgano hay un altar de San Jorge, de bastante mérito, y que se supone con mucho fundamento ser de la época del Rey D. Jaime, así como un Nazareno con la Cruz a cuestas, que va en las procesiones de Semana Santa: el mencionado Rey D. Jaime, cuyo retrato se conserva al lado del retablito de San Jorge, fundó en 1262 una cofradía de Caballeros de Teruel, siendo el monarca el primer cofrade: hay en la Secretaría de esta Iglesia un San Juan Bautista de cuerpo entero, que patentiza la valentía del pincel que le esculpió en el lienzo.
La secretaría, el despacho del presidente, la sala de ensayos de la orquesta, eran amplias y desnudas cuadras, con el pavimento de madera podrido y roto, y las paredes blanqueadas. La escalera estaba bien iluminada y adornada con macetas de flores, que atestiguaban el celo y el gusto de don Mateo. Gonzalo y Cecilia la subieron de bracero.
Mi padre lleva su bondad hasta tomarme por su secretaria, y entonces escribo al dictado u hojeo los libros necesarios para su trabajo y le marco o le copio los párrafos que necesita. Y no puede usted figurarse lo agradable y gloriosa que encuentro así la vida. Lo mejor de todo es que, ahora, hablamos con más frecuencia y más íntimamente, y que cada día lo quiero más. Elena al Padre Jalavieux.
La version de la obra de Falkner, que publicamos por primera vez, fué emprendida, poco despues de haber aparecido el original en ingles, por D. Manuel Machon, oficial, como se titula, de la secretaria del Consejo de hacienda, por lo respectivo á millones.
Seis vocales: una carlista, bastante tonta; otra, radicala, de pocos alcances; y cuatro alfonsinas, de la Grandeza, del cogollito, honradas, por supuesto, listas y de arranque. Una secretaria literata. Una tesorera de alta banca.
Una vez adentro, podía tocar el botón eléctrico que se le antojase, para pedir a un ujier lo que tuviera por conveniente; pasear en el salón que mejor le pareciese; sentarse en el diván más cómodo; escribir en los gabinetes al efecto; pedir en secretaría el expediente más difícil de hallar, y en el archivo el libro más extraño; en fin, hasta beber, de balde, un vaso de agua con azucarillo en la cantina de la casa.
Nació en París; estudió en el liceo Luis el Grande; entró a la administración pública como redactor en la Secretaría del Ministerio de Estado ; fue nombrado jefe de sección del Ministerio de Argelia y de las Colonias , puesto que desempeñó hasta 1861, pasando entonces a ocupar el de secretario redactor del Cuerpo Legislativo. En 1864 fue condecorado con la Legión de Honor.
Palabra del Dia
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