Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de mayo de 2025
Nadie les obliga á estudiar; los campos no están cultivados, observó secamente. Sí, que algo les obliga á estudiar, replicó en el mismo tono Isagani mirando cara á cara al dominico.
¿De modo que usted dije al Tuerto con la intención de saber algo de su vida desde que volvió del servicio, ha dejado su casa por venir á cuidar á su amigo? Mi casa es ésta respondió secamente el Tuerto. ¿No tiene usted familia? Me queda un hijo, que anda navegando en un vapor; todo lo demás está ya en el otro mundo..., no contando al señor, que ha sido un padre para mis hijos y para mí.
Pero Watson era ahora otro hombre y no acogió con risas su fingido enfado. Muy al contrario, pareció ofenderse por el tono de broma con que hablaba ella, y repuso secamente. Puedo ir con quien quiera, señorita. Sólo hay entre nosotros una buena amistad, á pesar de lo que algunos suponen equivocadamente.
Se te figurará a ti insistió secamente Bermúdez ; pero yo sé que te hace daño... Tiene razón don Alejandro se permitió decir Leto como si tratara de congraciarse con él . Dentro estará usted mejor. Y pasaron los dos al saloncillo, donde se aburrían soberanamente los tres señores mayores. La tertulia se acabó poco después...
El joven se sintió herido por aquella desvergonzada pregunta y replicó secamente: No hay otro matrimonio más feliz sobre la tierra. Me alegro... me alegro que no discutan... Ella es una hermosa mujer, un ejemplar admirable de nereida... Quisiera hacer su retrato desnuda, saliendo del agua... Pero viendo que Tristán se ponía cada vez más hosco cambió de conversación. ¿Sabes tú?
Hubo un largo silencio mientras caminaban lentamente la vuelta de casa precedidos y seguidos de otros grupos. No te vayas á figurar que á mí me importa ya nada de ese tío profirió ella al cabo. No me figuro nada respondió secamente Velázquez.
No diga usted eso dijo secamente la señora Aubry. Muy bien le iría con la pobreza á usted, que no se escasea ninguna dulzura, ningún refinamiento. Permítame, querida señora respondió la señora de Laroque; yo no aprecio en modo alguno los sacrificios estériles. El que yo me condenara á las privaciones más duras ¿á qué ó á quién aprovecharía?
Basilio, dijo en voz baja, escúcheme usted atentamente, que los momentos son preciosos. Veo que usted no ha abierto los libros que le he enviado; usted no se interesa por su pais... El joven quiso protestar. ¡Es inútil! continuó Simoun secamente. Dentro de una hora la revolucion va á estallar á una señal mía, y mañana no habrá estudios, no habrá Universidad, no habrá más que combates y matanzas.
Aunque estaba bien distraída al cabo de un rato creyó percibir detrás leve ruido y se volvió. Frente á ella y bastante próximo se hallaba Plutón, negro y endemoniado como un tizón y con su lámpara encendida colgada del brazo como si acabase de salir de la mina. Se puso pálida, pero no dió un paso atrás. Buenas tardes, Demetria dijo él. Felices respondió ella secamente.
Mauricio acababa de arrojar un profundo suspiro y había abierto los ojos. Paseó enderredor una mirada turbada, se incorporó sobre el codo derecho y dijo con voz débil: ¡Ah! es usted, señora, la que me ha recogido, cuidado, salvado.... Usted no ha estado en peligro..., interrumpió secamente Clementina, como si no quisiera haber contraído tales méritos respecto del hijo de su enemigo. ¡No importa!
Palabra del Dia
Otros Mirando