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Actualizado: 25 de junio de 2025


Después de un breve silencio, prosiguió suspirando: ¡Pobre Mathys! Sois la víctima de una ciega abnegación. Os compadezco; el terrible peligro que os amenaza me arranca lágrimas de compasión y de angustia. La maldad es muy grande en los corazones perversos. Aquella por quien os habéis sacrificado, quiere preparar ella misma vuestra pérdida y entregaros a la justicia.

Para lograr este fin, hubiéramos sacrificado nosotros con buen ánimo la agricultura de Castilla, cuyas harinas no hubieran podido resistir la competencia, el comercio de Santander, bastante de la industria catalana y no cortos intereses de nuestra marina mercante.

En honra y gloria de esta figura, para regalarla y darla el debido esplendor, había sacrificado D. Manuel Rivera todo su tiempo y casi todo su capital.

El médico viejo dejó de hablar y se quedó mirándome, buscando conocer mi opinión. , es horrible dije yo esa falta de respeto por la vida ajena. ¡Cuánta gente no se habrá sacrificado por esas ideas del rango y de la posición social que, después de todo, no sirven para nada! Son restos del feudalismo. Eso es. Es verdad. ¿Y qué dijo Machín al oírle contar a usted esto? Se puso como un loco.

No por esto pretendo disminuir la constante fidelidad de muchos, que ligados por las obligaciones de su nacimiento, lo hubieran sacrificado todo por el Soberano: solo deseo dar una idea positiva del estado en que generalmente se hallaban aquellas provincias. Ya dispuesto por José Gabriel Tupac-Amaru lo mas preciso para emprender su meditada usurpacion, no se detuvo en mas reflexiones.

El hará lo que quiera, o lo que es lo mismo, seguirá con esa mujer hasta que se canse o reviente de una indigestión de pecados como su padre... ¡Dios mío! ¿y para esto he sufrido yo? ¿para esto me he sacrificado años y más años queriendo hacer de él un grande hombre? La austera doña Bernarda, vencida en su autoridad por la rebeldía tenaz del hijo, lloraba hablando con su íntimo confidente.

¡Ay, Dios mío! continuó la señora de Aymaret fuera de . Pues bien, me lo ha dicho... me lo ha dicho todo... me ha confesado todo... me ha dicho que le ama a usted desde su infancia y que nunca ha amado a otro hombre sino a usted... me ha dicho que la idea de ser su mujer era la única de sus ilusiones... que le adoraba, en fin... y que la tía de usted la obligó a rehusar su mano de usted so pena de desheredarle... que por usted se ha sacrificado... que por usted ha sufrido el martirio... ¡Ahí tiene usted la verdad pura!... y le digo que será el último de los hombres si alguna vez hace que me arrepienta de la indiscreción culpable... culpabilísima... que acabo de cometer... únicamente para evitar una desgracia... para evitar el crimen que premedita usted.

28 Mas si alguien os dijere: Esto fue sacrificado a los ídolos, no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud. Pues ¿por qué ha de ser juzgada mi libertad por otra conciencia? 33 como también yo en todas las cosas complazco a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.

Si hubiera rehusado, si hubiera ido una vez más á los pies de mi madre, estoy seguro de que se hubiera aún sacrificado para sacarme del mal paso; pero hubiera tenido que hacer promesas, arreglarme, dejar mi vida infame y entrar en la tranquilidad de la vida de familia. No quise hacerlo. La muerte ó la fuga, pero no la honradez.

Y aquella pobre criatura, el ateo capaz de conmoverse viendo rezar a un niño, el que sin creer en la amistad se hubiera sacrificado por un amigo, el que al renegar de la pasión lo había sacrificado todo al respeto de la mujer amada, el que no esperando agradecimiento hubiera dado a hurtadillas la limosna, dejó caer sobre el pecho la cabeza, y lloró solo una lágrima, acre, amarga, como saturada de todos los infortunios de la tierra, y alzando luego el rostro, de cara al sol, inspirado por algo superior a mismo, dio vuelta a la mula, guiándola hacia la corte, para lanzarse en el torbellino de la vida moderna, sin más creencias que la pasión del bien ni más fe que la de un porvenir mejor.

Palabra del Dia

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