Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 25 de julio de 2025
El amor, por el cual ella había sacrificado tanto, honra, reposo y bienestar, sólo había sido para el Marqués un episodio, una aventura, un lance más o menos agradable o divertido, entre los muchos de su vida. Esto dolía en extremo y atormentaba a la Condesa.
Y tú, espíritu noble, alma grandiosa, corazon magnánimo que has vivido para un solo pensamiento y has sacrificado tu vida sin contar con la gratitud ni la admiracion de nadie, ¡ten paciencia, ten paciencia! Los medios de que me valgo no serán tal vez los tuyos, pero son los más breves... El día se acerca y cuando brille iré yo mismo á anunciároslo á vosotros. ¡Tened paciencia!
¡Y se ha sacrificado usted por mí...! ¡se ha imposibilitado de ser feliz mañana...! ¡si encuentra usted una mujer que le enamore...! ¡vamos no sé en qué he estado pensando...! ¡yo no he debido...! ¡si por un acaso...! ¡pero no... no puede ser...! Acercó un sillón al mío y me dijo pálida y conmovida.
Arrastró a su hija hacia aquélla, exclamando: Ven, Laura, ven; ésta es la mujer que te ha devuelto a tu madre; que se ha sacrificado por tu felicidad y por la mía. Te he dicho que la abrazarías algún día con tierna gratitud; pues bien, hija mía, estréchala entre tus brazos; es un corazón noble el que sentirás latir sobre tu pecho.
Había llegado deshecha, el pie incierto y pesadísimo, y en su facies angustiosa la morfina, que había sacrificado cuatro horas seguidas a ruego de Nébel, pedía a gritos una corrida por dentro de aquel cadáver viviente.
El lugar elegido era siempre desierto, aunque poco lejano de su casa. Y no vaya usted a figurarse que aprovechaba para esas expediciones peligrosas las frecuentes ocasiones en que el conde De Nièvres se ausentaba. No; estando él en París, a riesgo de encontrarle, de perderse, acudía a la hora señalada y casi siempre tan dueña de sí misma, tan resuelta como si todo lo hubiese sacrificado.
Desearíamos tener a Eppie y tratarla bajo todos conceptos como si fuera nuestra. Me parece que sería un gran consuelo para vuestra vejez al ver su fortuna asegurada de este modo, después de haberos sacrificado tanto para criarla tan bien. Nada más justo que seáis plenamente recompensado. Y Eppie, estoy seguro, os amará siempre, y siempre os quedará agradecida.
JULIA. ¡Dejemos en paz a Dios...! ¿Usted tiene empeño en ser feliz con un ciudadano al que ha aceptado a ojos cerrados...? Nada más sencillo, si usted acierta a conducirse bien. En primer lugar, ¿lo ama usted? DORA. ¡Oh! ¡Ya lo creo...! ¡Estoy segura de ello...! JULIA. El, por su parte, debe amarla. Sin duda, para casarse con usted, ha sacrificado algunos afectos que estimaba en mucho.
Palabra del Dia
Otros Mirando