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Actualizado: 1 de septiembre de 2024
EL CABALLERO Después de haber visto las luces de la muerte, no quiero ver otras luces, si debo ser de Ella.... Hace como cristiano. Y si he de vivir, quiero estar ciego hasta que nazca la luz del sol. ¡Amén! Mi corazón me anuncia algo, y no sé lo que me anuncia... Siento que un murciélago revolotea sobre mi cabeza, y el eco de mis pasos, en esta escalera oscura, me infunde miedo, Roja.
Sabia completamente las leyes de la gravitacion y de las fuerzas atractivas y repulsivas nuestro caminante, y se valia de ellas con tanto acierto, que ora montado en un rayo del sol, ora cabalgando en un cometa, andaban de globo en globo él y sus sirvientes, lo mismo que revolotea un paxarillo de rama en rama.
Dormía hasta bien entrada la tarde, y casi a la hora en que regresaba a los Cuatro Caminos el rebaño de trabajadores, volvía él a Madrid a emprender su vida dura de pájaro indefenso, falto de pico y de garras, que revolotea en un bosque de hojas impresas, sin más alimento que las escasas migajas olvidadas por otros.
Párase ante una hierba olorosa que nunca había visto: una extraña mariposa revolotea ante él: mientras estudia las nuevas especies de plantas ó animales ó procura darse cuenta del conjunto de los rasgos de aquella naturaleza desconocida, se le acerca un pastor, hombre de otra raza y de otra civilización: hasta su idioma es distinto.
Lomas de arena, con pinares desmedrados en lo alto, y en la bajada un charcal salobre, donde blanquean los huesos de una vaca. Larga bandada de cuervos revolotea sobre aquella carroña, bajo un cielo gris de amanecer. En el fondo de una caverna socavada por el mar, el viejo linajudo espera la muerte como un viejo león. Ante sus ojos nublados ve aparecer la sombra de Fuso Negro.
Capitán, si usted quiere creerme dijo Alvarez, persignándose , enviémosles una andanada y viremos en redondo; porque veo el fuego de San Telmo que revolotea en su popa, y ¡por la Virgen! no se está bien aquí. ¡Esto es demasiado! exclamó Massareo . ¡San Pablo, rogad por nosotros! ¡Vamos! ¡por la gracia de Dios! Artilleros, a vuestras piezas; armad vuestras baterías. Bien. Haced la señal de la cruz.
Fogosísimo brinco de Leopoldina Pastor, que esperaba la plaza, y enérgico «¡Indecente!» que revolotea anónimo en el aire sin saber dónde posarse... Carmen Tagle se desternilla de risa... La agraciada guarda majestuoso silencio, compónese las gafas de oro y proyecta reparar en la retórica de Marco Tulio la parte preceptiva de los documentos oficiales... La duquesa de Astorga la felicita sin pizca alguna de malicia... Tras el telón, Butrón espera, Pulido teme, el tío Frasquito medita... Diógenes ha encontrado junto a la pared un cordelito que parece bajar del techo y lo examina detenidamente... La marquesa de Butrón concluye: Tesorera: excelentísima señora doña Ramona Gómez de López Moreno...
La esperanza revolotea ante ellos, deslumbrándoles con el reflejo de sus escamas de oro, manteniéndoles en la miserable pasividad del hambriento que espera y confía sin saber ciertamente por donde llegarán la gloria y la riqueza.
Saben que más allá de la línea del horizonte se levantan los Andes, y detrás de la cordillera de los Andes está Chile, y después la inmensidad del Pacífico con sus numerosas islas, y todavía más lejos, los interesantes países del macizo asiático... Sienten el tirón de su manía ambulatoria que despierta. «Vamos á ver todo eso.» Y se echan la «lingera» al hombro, para volver á sufrir hambres y fatigas, para morir en un hospital ó abandonados en un desierto... Y cuando no mueren y pueden seguir marchando detrás de la Ilusión que revolotea junto á sus ojos, vuelven por segunda vez á este país; pero es después de haber dado la vuelta entera á la tierra.
Los únicos hijos de la montaña que se encuentran al trepar por las pendientes son insectos que atraviesan los senderos, escurriéndose entre la hierba, ó zumbando por el aire; mariposas entre las cuales se nota al erebo negro de metálicos reflejos y al magnífico Apolo, viviente flor que revolotea entre otras flores acá y acullá, algún reptil que desaparece entre unas piedras.
Palabra del Dia
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