Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 24 de septiembre de 2025


Comprendido, comprendido repuso vivamente agitando su abaniquillo . Quiere decir que todos estos caballeros vienen aquí a predicar, y así como los curas de las iglesias predican diciendo que seamos buenos, los procuradores de la nación predican otras cosas; viene la gente, los oye y nada más.

Mientras le hablaba el Padre, penetró Dios el alma de aquel bárbaro con un rayo de divina luz; de suerte, que aún no bien enteramente discípulo, salió á predicar como maestro en su pueblo, que no necesitaba mucho del magisterio de sus palabras cuando le sobraba el ejemplo de su Mapono para inducirle á hacer lo mismo.

13 Tampoco admitas las ociosas, enseñadas a andar de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también parleras y curiosas, hablando lo que no conviene. 15 Porque ya algunas han vuelto atrás en pos de Satanás. 17 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honra; mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.

El único acontecimiento del fin de invierno, fue en efecto la instalación del cura en la parroquia del Pavol, y me parece inútil demostrar con palabras el júbilo de ambos al hallarnos cerca y sin temor de próxima separación. ¡Con qué delicia le veía subir al púlpito y predicar contra la iniquidad de los hombres!

El P. Pablo Restivo, que con un mes de estudio en la lengua Guarany pudo ejercitar nuestros misterios en todo el tiempo que ha estado aquí, nunca se ha atrevido á predicar. El P. Juan Bautista Xandra, por haber venido adulto, entiende poquísimo.

Fue presbítero, y obtuvo un economato de los buenos, y fue llamado a predicar en San Isidro de León, y en Astorga, y en Villafranca y donde quiera que el canónigo Camoirán, famoso ya por su piedad, tenía influencia.

El fraile es el ser cosmopolita de la India; en su historia lo mismo se le ve con el santo lábaro predicar la fe del Gólgota, que dar al aire la enseña de Castilla y voltear el bronce llamando á los buenos en el rebato de sus torreones, siempre que algún peligro ha amenazado patria ó religión: alentados por estas dos palabras han puesto repetidas veces sus pechos ante el enemigo de la raza, ó el cuello ante el cuchillo del martirio.

Después de la comida, supe que don Guillén era lectoral en la catedral de Castroforte, y que venía a predicar los sermones de Semana Santa en la capilla del Palacio Real. De seguro era un pico de oro.

Con cuerpo y alma se dedicó, y con mayor empeño a medida que el día funesto se acercaba, a predicar la paz y la concordia entre las fuerzas disidentes. ¡Loco intento el suyo!... Aquellos políticos, al revés que él, cuando más hundido veían a un Gobierno, con menos interés le miraban; y en cuanto le consideraban moribundo, como ya nada podía darles, corrían a agruparse en derredor de los hombres indicados para sucederle en el poder.

El rey, antiguo amigo suyo y persona excelente, recibe con palmas a los dos viajantes; pero, no bien éstos se lanzan a predicar su metafísica, toda la corte, la burguesía y la gente menuda, se aburre de ellos y los aborrece.

Palabra del Dia

suplicaban

Otros Mirando