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Actualizado: 26 de junio de 2025
Ayúdame, Gabrielillo decía el sacerdote con expresión angustiosa . Si tú no pones orden, esto acabará muy mal. Se me burlan, hasta insultan a mi pobre sobrina, y un día echaré a la calle la mitad de la gente de las Claverías, pues tengo facultades de Su Eminencia para todo... ¡Ay, Señor! Yo no sé qué ha pasado aquí.
Con quien la gala, discrecion y aviso Tienen poco que ver, y tu los pones Dos leguas mas allá del paraiso. Estas quimeras, estas invenciones Tuyas te han de salir al rostro un dia, Si mas no te mesuras y compones. Esta amenaza y gran descortesia Mi blando corazon llenó de miedo, Y dió al traves con la paciencia mia.
No; no ciertamente dijo el joven ; perdonad, tío, pero cuando don Francisco me llama con tanta urgencia, asunto debe ser importante; en cuanto concluya iré á buscaros á palacio. Ve, sobrino, ve dijo el cocinero ; ya sabes que yo no me meto en tus asuntos; pero mira dónde pones los pies, hijo mío, porque la corte se ha puesto para ti un poco resbaladiza.
Todos los trajes le quedan admirablemente. «¡Precioso, hijita, precioso! exclamo cada vez que se pone uno; todo cuanto te pones te cae maravillosamente. Eres el prototipo de la elegancia, la cifra, compendio y resumen de la gracia femenil».
Y dime, hermana, ¿no pudiera ser que, sin reflexionarlo, y en virtud de ese instinto, más inspirado y menos falible que la reflexión, mirase a veces una soltera boba tan bien o mejor que las más hábiles casadas? Todo es posible. El ingenio lo puede todo. Voy, no obstante, a indicarte los tres principales escollos en que puedes tropezar si te pones a mirar a los hombres.
Don Mariano, que no había cruzado la palabra con su hija, abrió el paraguas apresuradamente para taparla y la estrechó largo rato contra su corazón, murmurándole en el oído: ¡Hija mía, qué trago tan amargo me haces pasar!... Embózate bien... ¿Tienes frío? ¡Oh, me las pagará ese bruto!... Iré a Madrid a ver al ministro de la Guerra y conseguiré mandarlo a un castillo. ¿Te entra el agua por algún sitio, corazón mío? ¿Quieres mi impermeable?... ¡Mandar traer atada a mi hija!... ¡Ah, grandísimo puerco! ¿De qué cuadra te habrá sacado este gobierno de sainete?... Si te pones enferma, le mato irremisiblemente... Pero a ti, mentecata, ¿quién te ha metido en estos líos de conspiraciones sin mi permiso?... ¡Si no te hubiese dejado arrastrar tanto los zapatos por las iglesias, a estas horas no estaría pasando tales amarguras! ¿Qué tienes tú que ver con los carlistas ni con los republicanos?... Una niña bien educada se está en su casa quietecita, cuidando de las camisas de su padre y haciendo calceta..., ¿estamos?..., y haciendo calceta... ¡Canalla! ¡Miserable! ¡Mandar traer atada a mi hija!... ¡Si le veo no respondo de no echarle las manos al cuello!...
Era una joven de tez morena y no desprovista de gracia. Adiós, Eladia, hija mía. Saluda á los amigos, mujer. No sé por qué te pones tan seria cuando está Quino delante. Adiós. Yo no me pongo seria manifestó la joven poniéndose no sólo seria sino encrespada. Si estás enojada porque haya salido hoy del pueblo, puedes tranquilizarte.
Misia Casilda y don Pablo acudieron en su defensa... Toma, toma, para que aprendas y veas dónde pones las patas otra vez. ¡Quilito! dijo severamente la tía. Don Pablo consiguió quitársela de entre las manos, y el joven vociferó que se iba a su cuarto, a encerrarse, y que no quería ver a nadie, pues odiaba al mundo entero.
Lo dicho, Nica añadió Sagrario animándose un poco más ; y si te parece mucho así, pongamos casi, casi. No lo entiendo, hija respondió Verónica con visibles muestras de curiosidad, y otras tantas de sus intenciones de tirar de la desjuiciada lengua de Sagrario . Si no lo pones más claro, como si callaras.
La Humanidad es Dios, la Virgen y todos los santos juntos.... Tente, hombre, tente, que te vuelves loco.... Tan sólo saco en limpio que no habiendo buenas obras, todo es, como si dijéramos, basura... ¡Ay Dios, qué pena, qué pena...! Si me pones bueno á mi hijo, yo no sé qué cosas haría; ¡pero qué cosas tan magníficas y tan...! ¿Pero quién es el sinvergüenza que dice que no tengo apuntada ninguna buena obra?
Palabra del Dia
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