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Actualizado: 20 de junio de 2025
Salió de la alcoba; no se pasaron dos minutos sin que se la oyese gritar desde la puerta: Ya he escrito, Miguel. Ahí está la contestación. Alzó los ojos y vio a la misma Maximina, a quien Julia empujaba hacia la cama. Detrás vio asomar la cara del hombre-pez, o sea de D. Valentín, el ex-capitán del Rápido, quien hacía todo lo posible por ocultarse detrás de las jóvenes.
El tamborilero había recobrado el instrumento de manos del Cantó, y golpeaba con su baqueta el redondo parche. La flauta parecía gargarizar rápidas escalas, antes de emprender la adormecedora melodía de africano ritmo. ¡Siga el baile!... Comenzaba a ocultarse el sol. La brisa venida del mar refrescaba los campos.
Mientras tanto, D.ª Filomena, procurando ocultarse detrás de todas, gozaba en lo profundo de su corazón de aquel fausto suceso, que a ella sola se debía, acariciaba a su director con una mirada húmeda y suave donde se pintaba la ternura, el secreto y la sumisión. Obdulia se había retirado temprano, no pudiendo soportar tanta asquerosa adulación y el abandono de su amado confesor.
A su vez, el vigoroso marino tembló como una mujer, sintiendo que sus ojos se nublaban. ¡No podía ver esto!... Y de nuevo fué á ocultarse en su camarote. Un torpedero italiano evolucionaba por entre los restos del naufragio, como si buscase las huellas del autor del crimen.
De vez en cuando, del fondo de la carroza salía rápidamente otro máscara que quería representar al conde de Onís, daba un beso a Fernanda, se lo devolvía ésta a espaldas de Granate, y tornaba a ocultarse con la misma celeridad. Como quiera que esta payasada se ejecutó en la calle de Altavilla, delante de la misma casa de Estrada-Rosa, el escándalo fue enorme, el gentío que la presenciaba inmenso.
Hablaron unos momentos de cosas indiferentes, procurando ocultarse su emoción y el abatimiento que los dominaba. Pero cuando Tristán al despedirse quiso darla un beso, Clara se echó hacia atrás con un movimiento de terror gritando: «¡No!» Después se puso roja y bajó los ojos. Tristán la miró largamente en silencio. Luego girando sobre los talones salió de la estancia.
La corta avenida era un atajo cada vez más frecuentado, y todos los transeuntes lanzaban al pasar una mirada curiosa sobre la señora elegante y su compañero, sentados al amparo de un grupo de vegetación, con el aspecto encogido y falsamente natural de las personas que desean ocultarse y fingen al mismo tiempo una actitud despreocupada. ¡Qué fastidio! gimió Margarita . Nos van á sorprender.
Era además muy amigo de éste, y a los dos les supieron a gloria el licor de mi frasquete y los cigarros de mi petaca en cuanto los cataron. Se estremeció al verme de improviso junto a ella, y me pidió perdón por haberme tomado por... No me dijo por qué ni por quién; pero rompió a llorar y huyó a ocultarse en el cuarto frontero a la puerta de la escalera, el cual habitaban ella y Tona.
Gallardo, que volvía a ocultarse rápidamente tras las vallas, examinaba el aspecto y carácter de las fieras, sin llegar a decidir cuáles eran las dos que debía escoger. El mayoral de la plaza estaba junto a él: un hombrón atlético, con polainas y espuelas, vestido de grueso paño y con sombrero de campo sostenido por un barboquejo.
Es ya inútil: pasada la sierra, han desaparecido por una extrecha y larga calleja formada por dos frondosas seturas, verde y pintoresco toldo cuyas paredes no pueden atravesar los débiles rayos del sol que va á ocultarse: tampoco se columbra un alma en la campiña; y sólo turba el silencio de aquella soledad la voz de una mujer que, desde el fondo de la calleja, canta á grito pelado: «Á las Indias van los hombres, á las Indias por ganar: las Indias aquí las tienen si quisieran trabajar.»
Palabra del Dia
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