United States or Marshall Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


Mientras tanto, D.ª Filomena, procurando ocultarse detrás de todas, gozaba en lo profundo de su corazón de aquel fausto suceso, que a ella sola se debía, acariciaba a su director con una mirada húmeda y suave donde se pintaba la ternura, el secreto y la sumisión. Obdulia se había retirado temprano, no pudiendo soportar tanta asquerosa adulación y el abandono de su amado confesor.

Voy a presentárosle. Arias echó a correr pensando: «Eloísa tiene blando el corazón y la echa de romántica: es pintiparada para el mayor, que anda a caza de estos avechuchosEntre tanto, la condesa preguntaba al duque si era bonita la Filomena de Villamar. No es ni bonita ni fea respondió . Es morena, y sus facciones no pasan de correctas.

1 No hay ser padre siendo rey, de D. Francisco de Rojas. 2 Cada cual á su negocio, de D. Jerónimo de Cuéllar. 3 El burlador de Sevilla, del maestro Tirso de Molina. 4 Progne y Filomena, de D. Francisco de Rojas. 5 Los trabajos de Job, del Dr. Felipe Godínez. 6 Obligados y ofendidos, de D. Francisco de Rojas. 7 El esclavo del demonio, del Dr. Mira de Mescua.

El pobre niño tuvo que experimentar no sólo un trabajo excesivo, superior a su edad, sino una serie de castigos crueles, malévolos, refinados. Y D.ª Filomena, que era la dulzura personificada, que jamás había levantado la mano sobre su hijo, consentía impasible que aquel hombre lo azotase despiadadamente. Acallaba su conciencia diciéndose que era para su bien.

Ni sabía bien lo que estaba diciendo, ni D.ª Filomena, con quien platicaba, se enteraba tampoco, atenta a contemplar la faz inteligente del P. Narciso y gozar del brillo de sus humoradas. Al poco rato sintió la garganta seca y calor inusitado en las mejillas.

¡Qué maldad! exclamó Lolita Sartori. Y Filomena Lorenzana preguntó: ¿Qué tal persona es ese capitán Pérez? Dándose aires de hombre de mundo, Jacinto repuso: ¡Excelente sujeto!... No lo he tratado mucho; pero lo encontré a menudo durante mis permanencias en la capital federal. ¡Frecuenta la mejor sociedad bonaerense!

Sus manos crispadas arrancaban los corchetes de su traje, o comprimían sus sienes, o se clavaban en los almohadones del sofá, arañándolos con furor.... Aunque tan inexperto, Julián comprendió lo que ocurría: el espasmo inevitable, la explosión del terror reprimido, el pago del alarde de valentía de la pobre Nucha.... ¡Filomena, Filomena!

Desde que empezó a hervir la olla, hubo en los Pazos mesa franca: se veía correr a Filomena y a Sabel por los salones adelante, llevando y trayendo bandejas con tostado jerez y bizcochos; oíase el retintín de las cucharillas en las tazas de café y el choque de los vasos.

Pues que quise que no, aquí me metieron... Ya me habían metido antes; pero no estuve más que una semana, porque me escapé subiéndome por la tapia de la huerta como los gatos». Esta historia, contada con tan aterradora sinceridad, impresionó mucho a la otra filomena.

La propia fecha de 1621 se muestra en la portada de La Filomena, poema dividido en dos partes, en cuya primera contesta Lope a los ataques que le había dirigido Torres Rámila en 1617 con su Spongia, y que hasta ahora no habían sido recogidos directamente por el poeta, sino sólo devueltos por medio de sus amigos.