Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de mayo de 2025
La hermana Luisa inclinó aún más la cabeza y se alejó con paso precipitado. La monja triunfante sonrió con el borde de los labios. A la misma hora los criados de la casa de Elorza iban y venían de un lado a otro con diversos objetos en la mano. Pedro, el viejo cochero, daba cera a la carretela de lujo, mientras dos mozos de cuadra limpiaban los caballos.
Ni yo estoy dislocado por nadie, y mucho menos por una monja, lo cual sería un absurdo, ni tengo con ellas más que un conocimiento superficial, como los que aquí se engendran, ni he reparado si tiene los ojos negros o azules, ni tiene sentido común semejante cosa. Dije estas palabras con energía y mostrando demasiado claramente mi irritación.
Avíseme cuándo habrá locutorio y sabré juntamente cuándo tendré gusto», etc. Llevó el billetico la andadera; no se podrá creer el contento de la buena monja sabiendo mi nuevo estado. Respondióme de esta manera: RESPUESTA «De sus buenos sucesos antes aguardo los parabienes que los doy, y me pesara de ello a no saber que mi voluntad y su provecho es todo uno.
El altar mayor y todo lo que cerca de él había se designaba mejor por la claridad que caía de las ventanillas de la cúpula; pero desde allí hasta el fondo, donde yo me hallaba, las sombras se iban espesando. Permanecí indeciso hasta que la monja, sacando un fósforo, me señaló con el dedo unos reclinatorios de terciopelo rojo que había arrimados a la pared del fondo.
Yo me conozco, querida mía; sé leer claramente en este oscuro libro de mi alma, y no me equivoco, no. Oyendo estas palabras en boca de la infeliz joven, al paso que compadecía su desventurada pasión, admiraba la gran perspicacia de su entendimiento. Pues ten valor. Di a tu madre que no quieres ser monja indicó Inés. Ayudada por tu amistad, podría hacerlo. Sola no me atrevo.
Deme usted su breviario, hermanita propuso Pomerantzev a la monja . La reemplazaré a usted un rato. La monja, que, en plena juventud, se pasaba la vida leyendo oraciones a la cabecera de los muertos, aceptó muy gustosa la proposición y se retiró a un ángulo del cuarto. Había tomado a Pomerantzev por un miembro del personal de la clínica o por un pariente del difunto.
Crea vuecencia, señor don Andrés, que, aunque yo tuviera vocación de monja, la perdería si imaginase que era para huir de peligros que desprecio y que me siento capaz de arrostrar con el mayor denuedo.
Sí, Inesita está ya alta y hermosa, y mi sobrino... Es su primo. No, no; no estaría bien. Es necesario que Inés salga de casa replicó Montiño. ¿Y á dónde ha de ir esa pobre niña? ¿Dónde? A un convento. ¡A un convento! ¡Pero si ella no tiene vocación de monja! A un convento mientras esté aquí su primo. De modo que si lo haces porque Inés es joven, yo soy también joven, pocos años mayor que ella.
Tuvo la Religiosa sus imaginadas habladurías, y dió de respuesta, que vendiese la alhaja y la repartiese entre los pobres. El caso fué, que la alhaja de que hablaba el Arzobispo era su alma, y si Jesu-Christo hubiera hablado con la Monja, no le hubiera dicho que la diese á los pobres. Otra Religiosa decia, que Dios todos los dias la subia hasta el Sol, y la hacia ver la hermosura de aquel Planeta.
¿Qué tienes, hija mía? volvió á decirla el piadoso viajero, dando más dulzura á su palabra y á su ademan. La muchacha, con el rostro encendido, llorando todavía á despecho suyo, balbuceó: Quiero ser monja. ¿Sabes, repuso San German, los sacrificios, las virtudes, el olvido y la fe que te reclama el estado á que aspiras? Yo no sé nada, contestó la muchacha, turbada aún.
Palabra del Dia
Otros Mirando