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Actualizado: 6 de junio de 2025
Su compañero le vio con la cara blanca como si fuese de yeso, los ojos mates y el cuerpo rojo de sangre, sin que pudieran contener ésta los paños de agua con vinagre que le aplicaban, a falta de algo mejor. ¡Adió, Zapaterín! suspiró . ¡Adió, Juaniyo! Y no dijo más. El compañero del muerto emprendió aterrado la vuelta a Sevilla, viendo sus ojos vidriosos, oyendo sus gimientes adioses. Tenía miedo.
Mujer, oyes, mujer... pronunció con voz que quería suavizar y que sólo lograba ensordecer no te aflijas, no te mates.... Allí... yo... yo me pondré por padre y nos casaremos si quieres... y si no, no... lo que digas.
No picaba el sol; su luz se cernía por un velo de nubes, y la campiña tenía tonos mates, verdes glaucos, amarilleces areniscas, lejanías delicadamente cenicientas, suaves matices que se copiaban en la ciénaga tranquila. Esto es muy hermoso, Don Ignacio dijo Lucía por decir algo, pues pesaba sobre su alma el silencio, la soledad profunda del lugar . ¿No le gusta a usted?
¿Es de veras eso, chico? dijo acercándose a él sonriente y tomándole con sus dedos finos sonrosados la barba . No lo creo.... Tú no tienes temperamento de enamorado.... Y si no, vamos a probarlo.... Si yo te mandase hacer una cosa que pudiera costarte la vida, o lo que es aún peor, la honra ... algunos años de presidio..., ¿lo harías? ¡Ya lo creo! ¿Sí?... Pues mira, quiero que mates a mi marido.
Una triste lamparilla, escondida entre cristales mates de un blanco rosa, alumbraba desde un rincón del gabinete; en la alcoba en que dormía Emma, las tinieblas estaban en mayoría; la poca luz que allí alcanzaba servía sólo para dar formas disparatadas y formidables a los más inocentes objetos.
Lerma.» El rey podrá encontrar en esos papeles el secreto de la expulsión de los moriscos, las causas de su desavenencia con Francia, el por qué de los reveses que sufre en todas partes donde hace la guerra España; el rey sabrá que de los tributos que saca á sus vasallos la tercera parte es para el rey, otra tercera parte para los corregidores, alcaldes mayores y demás exactores, y la otra tercera parte para el nobilísimo, el excelente señor don Francisco de Sandoval y Rojas, marqués de Denia, duque de Lerma, del consejo de Estado, su protonotario en Indias, su secretario universal, su favorito, su todo; sabrá el rey... aunque me mates, porque los papeles se presentarán solos al rey, que ha criado en ti un cuervo, que ha levantado á su enemigo, y como el rey, aunque es débil, no es malo y no le gustan los bribones, y como el rey, aunque no es rey, tiene grandes humos de rey y de rey poderoso; y como el rey es del último que llega, nada tendrá de extraño que su majestad retire de ti su protección y te arroje al verdugo; porque tú has hecho lo bastante, mi buen duque, para ser primero degradado y después ahorcado.
7 David, pues, y Abisai vinieron al pueblo de noche; y he aquí Saúl que estaba tendido durmiendo en la trinchera, y su lanza hincada en tierra a su cabecera; y Abner y el pueblo estaban alrededor de él tendidos. 9 Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extendió su mano contra el ungido del SE
La única nota tierna de aquella ceremonia fría y rutinaria fue el llanto de dos mujeres enlutadas que entraron con timidez, apoyadas la una en la otra. Nadie las conocía, pero iban acompañadas por don Juan. ¡No le veo... no le veo...! gimoteaba tristemente la más vieja, moviendo sus grandes ojos mates y sin luz.
Al entrar en el cuarto del hotel, frecuentado por oficiales de los buques mercantes, encontró á Ferragut sentado junto á un balcón, desde el que se veía todo el puerto viejo. Estaba más flaco, con los ojos hundidos y mates, la barba revuelta y un olvido manifiesto en su persona. ¡Tòni!... ¡Tòni!... Se abrazó á su segundo, mojándole el cuello de lágrimas.
Lucía miró al cielo, en que brillaban las estrellas, y sintió un frío agudo. Arrodillose en el vestíbulo, y apoyó la cara contra la puerta. En aquel momento se acordaba de una circunstancia pueril; la puerta estaba por dentro forrada de brocado rojo obscuro, de los tonos mates del cuero.
Palabra del Dia
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