Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 13 de mayo de 2025
Le dí la mano, y él la retuvo en las suyas y me dijo en tono de reproche: ¿Por qué huye usted de mí? Hace un mes que no encuentro medio de hablarla. Ya sabe usted que el cuidado de mi padre ocupa todo mi tiempo. ¿Está solo en este momento? Están con él los Marqueses de Oreve. Entonces no hay sitio para mí y debo marcharme, a no ser que usted tenga la indulgencia de hacerme quedar.
Espera un poco, Rafael... Yo me voy mañana para Madrid y no volveré más por esta tierra... Pero antes de marcharme quisiera decir adiós a tu hermana... ¿A tí que te perjudica eso ni a tu padre tampoco?... Yo lo hago, porque la pobre no crea que la desprecio... En cuanto me vaya quedaréis en paz. Tu tío se desenfadará y os dará dinero otra vez para comprar las vacas y se casará con tu hermana...
Yo, en el estado de pesadez que me encontraba entre los vapores del alcohol y el humo del tabaco, perseguía estas melodías atropelladas, monstruosas, que salían de la filarmónica y que iban cambiando a cada instante. A veces decía: Bueno, señores, me voy y me levantaba para marcharme. No, no decían todos. No te vayas, Shanti gritaba un viejo. Tengo que marcharme.
Elena acogió tales palabras con movimientos de cabeza afirmativos, al mismo tiempo que sus pupilas parecían sonreir maliciosamente. Este buen padre de familia exageraba un poco su importancia. Pero antes de marcharme he creído conveniente venir á verla para que tratemos de un asunto relacionado con mis futuros negocios.
Al saber esto me entró una desesperación profunda. Intenté marcharme del barco; pero el capitán notó algo en mí, y no me lo permitió. Tenía que zarpar la fragata, y hubo que seguir adelante. Los seis meses de viaje a Filipinas los pasé desesperado. Mi cólera y mi rabia llegaban a ponerme como enloquecido, y una porción de ideas furiosas me venían a la imaginación.
Sí, porque él no debía saberlo nunca prosiguió la otra haciendo el último esfuerzo . A usted pensaba yo decírselo, pero no me determiné por la vergüenza que me daba. Ahora que lo sabe, lo que tengo que hacer es pedirle que tenga compasión de mí, recoger mi ropa y marcharme de esta casa. Ahora sí que será para siempre.
Yo me pongo en su caso...». Después de sondear su alma y de pensar atropelladamente diversas cosas, Isidora dijo esto a su buen padrino: «Debe usted marcharse... Yo no voy a casa todavía. ¡Marcharme!, ¡dejarte sola!... Tú estás loca replicó él no sabiendo renunciar al goce indecible de estar al lado de su ahijada. Es que no puedo ir a casa todavía... Márchese usted, que si no le reñirá D.ª Laura.
Una noche, en que creí encontrarles a ambos la hallé sola: hasta después de estar sentado en su gabinete no me dijo que Perico había salido, y cuando quise marcharme añadió entre seria y burlona: ¡Quiá, amiguito! tenemos que hablar.
Por eso vengo á despedirme dijo Desnoyers con altivez . Sé que es una pasión absurda, y quiero marcharme. ¡El señor se va! siguió gritando el estanciero . ¡El señor cree que aquí puede hacer lo que quiera! No, señor; aquí no manda nadie mas que el viejo Madariaga, y yo ordeno que te quedes... ¡Ay, las mujeres! Únicamente sirven para enemistar á los hombres. ¡Y que no podamos vivir sin ellas!...
Confieso que nunca me he visto tan pequeño como entonces, en presencia de aquella criatura débil, incorruptible, no sólo á las promesas del amor de un joven, sino aun al soborno de la libertad, de la posición, de la felicidad. Al marcharme, sentí que alguien entraba en la casa.
Palabra del Dia
Otros Mirando