Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 3 de mayo de 2025


Un ciudadano que no hubiera sido marino, apenas se habría atrevido á llevar ese traje y mostrar esa cara, con tal desenfado y arrogancia, sabiendo que se exponía á sufrir un severo interrogatorio ante un magistrado, incurriendo probablemente en una crecida multa ó en algunos cuantos días de cárcel: pero tratándose de un capitán de buque, todo se consideraba perteneciente al oficio, así como las escamas son parte de un pez.

¿Hablaba así porque esa era la verdad, o porque, culpable, comprendía la eficacia de la defensa en tal forma? ¿Y también tenía usted que recurrir a ella por dinero? Zakunine alzó la frente al oír esa pregunta, y fijó bruscamente la mirada en los ojos del magistrado; pero en seguida los bajó otra vez, confuso. ¿Qué le ha retenido a usted en Zurich durante todo este verano? La propaganda.

Había oído decir a un magistrado, no hacía mucho tiempo, que el barro de Madrid quemaba y destruía la ropa como un corrosivo, lo cual tenía su explicación en la piedra del pavimento, por regla general caliza. «¡Buenos me voy a poner los pantalonesiba diciendo para mis adentros, con acento doloroso. La muchedumbre ascendía con lento paso.

Yo brindo señores en primer término por el Honorable Presidente de la República, por el héroe de Arroyo Blanco, por el primer magistrado de la nación, que es el primer ciudadano de la República.

Despacio, Amalia, despacio apuntó Saleta con su voz clara, tranquila. Yo he recogido en el portal de mi casa, hace ya muchos años, hallándome en Madrid, un niño que venía envuelto en muy toscos pañales. Al cabo de algún tiempo averiguamos que era hijo de una elevadísima persona que no puedo nombrar. Todos los ojos se volvieron con sorpresa hacia el magistrado gallego.

Fue una granadina muy guapa, hija de un magistrado de aquella Audiencia territorial. La conoció mi padre andando por allá una temporada, ocupado en negocios de minas, y se casó con ella de la noche a la mañana. El magistrado era viudo y pobre, y se murió dos años después de la boda de su hija.

Tan imposible parece desenredarlo, que antes de partir consultamos á un magistrado de los más eminentes, Pedro Vesín, pues que puedo nombrarle, y su asombro fué igual á su curiosidad, pero no puso en duda ni un instante que nos esperaba un fracaso. Es la lucha, nos dijo, del puchero de barro con el de hierro. ¿Qué hacer contra ese poder formidable que se llama la justicia?

Nos veremos dentro de tres meses, dijo Vesín, pues no emplearán ustedes más tiempo en ir y volver. Si entonces puedo serles útil en algo, tendré en ello mucho placer! Amigo mío, si logramos nuestro propósito, vendremos tan llenos de pruebas que será imposible rehusarnos justicia. Amén, dijo el magistrado. Buen viaje y hasta la vuelta.

Soltó los papeles y estrechando la mano que el joven le tendía con tanta ansiedad como si quisiera, agarrarse a él, contestó: Con eso no haría más que cumplir con mi deber; pero hagamos algo mejor: olvidemos nuestras respectivas condiciones y confíese usted no al magistrado, sino al hombre.

Digna de aplauso es la constancia con que el actual primer magistrado de la Francia ha emprendido y terminado tan gigantescas obras. Aconsejo á los que visitan Paris que se detengan con frecuencia delante del Louvre, hay mucho que estudiar, hay mucho que admirar. Tambien merecen una visita especial y detenida los ricos museos que embellecen el interior, en particular los de pintura y escultura.

Palabra del Dia

bagani

Otros Mirando