Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de junio de 2025
Con más autoridad lo expresa una Real cédula fecha en Tordesillas á 20 de Noviembre de 1510 diciendo á los oficiales de la Casa de la Contratación de Sevilla: «Yo vos mando que demás del pasaje que agora mando dar á los frailes dominicos que van á las Indias, les deis á cada uno dos mantas y una jerga para hacer camas para que lo lleven en los navios en que han de ir, é se les quede allá, de los cuales yo les hago merced é limosna» .
Su voz sonaba trémula y algo aflautada; una voz de ira; sus ademanes aparecían descompuestos, y lo que más asustaba al secretario, era que hablaba mucho, que había perdido su concisión característica y vacilaba envolviendo en palabras y más palabras sus tardos pensamientos. A ver, Goicochea; que lleven á casa el equipaje que está abajo.
Cuando vean mis ojos quebrados, cuando toquen mi mano seca y fría como el mármol... MANRIQUE. ¡No me atormentéis, por piedad! AZUCENA. ¿Oyes? ¿Oyes ese ruido? Mátame... pronto, para que no me lleven a la hoguera. ¿Sabes tú qué tormento es el fuego? MANRIQUE. ¿Y tendrán valor? AZUCENA. Sí; lo tuvieron para mi madre; debe ser horroroso ese tormento...¡La hoguera!
Tres días después volvió Mariano solo. Parecía más ágil, más despabilado, más dueño de su pensamiento y de su palabra. «¿Vienes solo? le preguntó Isidora, asombrada de que no le acompañara su tía. Solito. ¿Y tu tía Encarnación? ¿La vieja? En su casa. Yo soy hombre... De consiguiente, no necesito que me lleven y me traigan. ¿Has ido al trabajo? Sí. ¡Mentiroso!
Admirados del estraño caso todos los presentes, el general dijo: -Una por una vuestras lágrimas no me dejarán cumplir mi juramento: vivid, hermosa Ana Félix, los años de vida que os tiene determinados el cielo, y lleven la pena de su culpa los insolentes y atrevidos que la cometieron.
Gonzalo le miró con ojos distraídos, como si no hubiese oído, y siguió diciendo: En realidad, yo podía y hasta debía rechazar este desafío, porque no es costumbre que los hombres decentes se batan con los granujas, aunque éstos lleven un título del reino. Señor de Cuevas profirió Galarza montando en cólera, esto es insufrible. Yo no tolero que usted hable de ese modo.
Y entonces Barbacana ¿por qué se ha declarado a favor del señorito? Porque Barbacana va con los curas a donde lo lleven. Ya sabe lo que hace.... Usted, un suponer, está ahí hoy y se larga mañana; pero los curas están siempre, y lo mismo el señorío... los Limiosos, los Méndez.... Y dando suelta al torrente de su rencor, el cacique añadió apretando los puños: ¡Me caso con Dios!
«¡También, también me han corrompido a mi abogado! exclamó Isidora cuando se quedó sola . ¡Bien, seré mártir; que me maten de una vez, que acaben conmigo, que me lleven al cadalso!». Pasada la crisis de ira, estuvo dos días sin salir del lecho; apenas hablaba; no tenía fuerzas para nada; sentíase también algo idiota como su hermano, convaleciente de intensa fiebre.
¡Desvergonzado! ¡Puerco! ¡Eso te enseñan en el seminario, gran tuno! ¡Malos diablos te lleven a ti y a todos los capellanes! ¡Ven acá, ven otra vez y verás cómo te arranco esas narizotas podridas!
Así, cuando el editor de La Regenta me propuso escribir este prólogo, no esperé a que me lo dijera dos veces, creyéndome muy honrado con tal encomienda, pues no habiendo celebrado en letras de molde la primera salida de una novela que hondamente me cautivó, creía y creo deber mío celebrarla y enaltecerla como se merece, en esta tercera salida, a la que seguirán otras, sin duda, que la lleven a los extremos de la popularidad.
Palabra del Dia
Otros Mirando