Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 18 de mayo de 2025


Todo esto lo ve sin duda pasar ante sus ojos, como si estuviera viviendo entonces, el que sabe leer los papiros y los lee. A veces conoce, no ya la vida de una sola persona, sino la historia de toda la familia y de sus bienes de fortuna durante algunas generaciones.

Entonces, del rincón obscuro de las máquinas, cuya masa gigantesca surge del suelo detrás del armazón de las ruedas, se adelanta pausadamente una larga figura vacilante, cubierta de harina de pies a cabeza; aparece un rostro pálido, en el cual sólo se lee esa especie de estupidez que producen los años; una nariz ligeramente colorada que baja hasta la barbilla, unos ojos enfurruñados que se ocultan bajo gruesas cejas, y una boca que parece agitada por un movimiento eterno de masticación.

Pero Dios, que lee en mi corazón, sabe que yo he creído en el bien. Y todavía lo creo.

Pero si prescindimos de esta falta esencial, no podremos menos de admirar muchas bellezas parciales, como, por ejemplo, la descripción que se lee en el canto quinto del templo de la Ambición, caprichosa, aunque en general digna de su ingenio; la pintura de la peste y de la muerte de la Sibila, en el mismo canto; la historia amorosa de Cloridante y de Brazaida, y la batalla de los caballeros, en el canto décimo, por la espada de D. Juan de Aguilar; el episodio de la judía Raquel, en el décimo noveno, etc.

Pero cuando se lee La gitanilla tranquilamente, nos parece una comedia mediana, eco casi apagado de las bellezas de la incomparable novela de Cervantes. El doctor Carlino se funda en una comedia antigua de Góngora, no terminada por éste.

Sin embargo... ¿Cuándo quiere usted que vuelva por aquí? De hoy en un mes. Perfectamente. Servidor de usted. Beso á usted la mano. Y transcurre aquel mes y el siguiente, y el señor X... no lee la comedia de H..., tales y tantas son las preocupaciones que le agobian.

Además, ¿no está allí entonces por necesidad? Su mirada, en la que se lee una curiosidad impaciente, está fija en el bolsillo de Juan; y cuando éste saca su cuaderno de música, la joven exhala un gran suspiro, encantada ante la idea de los esplendores que presiente, y junta las manos como una criatura a quien su abuela va a contar una historia. Juan comienza.

Clara, en los días que lleva de soledad, ha cambiado mucho. ¡Hay en su carta tan singular exaltación, tan profunda tristeza, tan amargos pensamientos!... Lee, lee dijo el Comendador con viva emoción. Lucía leyó como sigue: "Amada Lucía: Mil gracias por todo cuanto estás haciendo por . Sería yo desleal si te ocultase nada de lo que siento.

Verdad que se llevaron gran parte la empresa del gas, el alquiler del teatro, los empleados... pero a los pobres les llegó su pedazo de pan.... O si no, hija mía, lee la estadística... o si no, hija mía, lee la estadística. Florentina se reía, y no hallando mejor contestación que repetir una frase de Teodoro Golfín, dijo a su padre: Cada uno tiene su modo de gastar alfileres.

«¿Y qué lee?... vamos a ver dijo Ballester mirando el libro . La pluralidad de mundos habitados... Bueno va... ¡Cualquier día me iba yo a ocupar de si había personas en Júpiter! Cuando digo que usted, amigo Rubín, va a acabar mal. Aquí para entre los dos: ¿a usted qué le va ni qué le viene con que haya gente en Marte o deje de haberla? ¿Le van a dar a usted algo por el descubrimiento?

Palabra del Dia

bagani

Otros Mirando