Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 23 de mayo de 2025
"A todas estas pláticas puso silencio un gran rumor que se levantó entre la gente, causado del que hacia un poderosísimo caballo bárbaro, a quien dos valientes lacayos traían del freno, sin poderse averiguar con él.
Pasa el umbral.... No, no es aquí, dijo en sus adentros la verdulera. En este patio hay coches, veo lacayos, escudos de armas ... no, no es esta la casa de mi pobre señor Alfonso de Lamartine. Pregunta á los vecinos, y todos la aseguran que aquella es la casa del poeta.
Por esta razón, Montiño, que tenía suficiente causa para estar entristecido con la muerte próxima ó acaso consumada de su hermano, y con la venida de un sobrino putático que se le entraba por las puertas, sin dinero y sin camisas, acabó de ennegrecerse al ver que el señor Gabriel Cornejo se arrojaba á buscarle nada menos que en casa del duque de Lerma, y en medio de una legión de pajes y lacayos, gentes que á todo el mundo conocen, y que hablan mal de todo el mundo.
¿Ha venido Esperanza? doña Agueda dijo mientras comía la duquesa á la dueña que la había dado la primera noticia de la desaparición de la joven. No; no, señora dijo la dueña ; ni parece á pesar de que se han enviado algunos lacayos á buscarla. Parece que se la ha tragado la tierra. Será necesario dar parte á la justicia.
El foyer estaba aún desierto, y los lacayos, zambullendo las encarnadas narices en sus inmensos cuellos de pieles, comenzaban a asomar ya, para avisar a los señores la llegada de los coches. Antojósele entonces a Currita sentarse en un diván, para esperar la salida de la gente. Angustióse Villamelón. ¡Pero, hija mía, por Dios!... ¡Si esto está helado, Curra!...
Nos resolvimos por fin, y al penetrar en un portal, que más bien anunciaba la casa de un noble que el almacen de un comerciante, vimos dos lacayos vestidos de librea. Naturalmente, creimos que aquellos dos lacayos esperaban á sus señores, á quienes suponiamos ocupados en hacer compras. Creiamos mal.
Hija le respondió el Cojuelo , en estos paseos ordinarios no salen Sus Majestades; si quiere ver sus retratos al vivo, presto llegaremos adonde cumpla su deseo. Sea en hora buena dijo la tal Rufina, y prosiguió, diciendo : ¿Quién es este caballero y gran señor que pasa agora con tanto lucimiento de lacayos y pajes en ese coche que puede ser carroza del sol?
Cada día dijo el Estudiante hay cosas nuevas en la Corte. Y, a mano izquierda, entraron a otra plazuela al modo de la de los Herradores , donde se alquilaban tías, hermanos, primos y maridos, como lacayos y escuderos, para damas de achaque que quieren pasar en la Corte con buen nombre y encarecer su mercadería.
Y voy por él. ¡Un manto! ¡una litera! añadió dirigiéndose á una puerta . Después, venid, madre mía; él estará ya aquí. ¡No oís! ¡dueñas! ¡lacayos! Adiós, hija mía, adiós dijo la duquesa viendo que se acercaba gente, y salió. Pronto, doña Inés, mi manto; que pongan una litera al momento repitió con impaciencia doña Clara. Y cinco minutos después, dentro de una litera salía del alcázar la joven.
Hemos jugado una partida y acabamos de perderla: tratemos de tomar el desquite. Para esto no nos las entendamos con los lacayos, sino con los dueños. ¡Lacayos! repitió Bobart. Sepa usted señor mío.... ¡Nada! interrumpió Roussel; conozco á usted hace mucho tiempo, señor hipócrita, señor pedante.... He dicho lacayo y hubiera podido decir espía....
Palabra del Dia
Otros Mirando