United States or Ethiopia ? Vote for the TOP Country of the Week !


El sol, en el ocaso, iluminaba el suelo, más allá de los cobertizos; pero los ojos, deslumbrados por este resplandor de incendio, lo veían todo negro, como si hubiese llegado la noche. El acero líquido caía en moldes de forma cónica.

Que se verifique en sitio seguro, sin más testigo que el indispensable, una persona adicta para auxiliar en caso de necesidad, vigilar, sostener, dar friegas con paños de lana bien calientes, propinar un ligero cordial de un líquido templado en el que se pondrán algunas gotas de enérgico elíxir. «Pero se me objetará, el peligro es menor cuando uno se baña á la vista de todo el mundo.

Era café mezclado con aguardiente de caña, pero en desiguales proporciones, siendo más el alcohol que el líquido negro. Tòni bebía rápidamente todos los vasos ofrecidos. El capitán los rechazaba, pidiendo café puro. Su sobriedad era la del antiguo nauta: la sobriedad del padre Ulises, que mezclaba el vino con agua en todas sus libaciones.

La niña cumplió el encargo, pero al llevársela de nuevo a su padre, cuando éste se la pidió, el líquido se había inflamado y le quemó la cara espantosamente. Se llamó al médico corriendo y la estaba curando en aquel momento. Mario experimentó vivo dolor.

Marcelo, el sacerdote, se aproximó a la mesa, tomó el frasco, vertió unas cuantas gotas de su contenido en el agua, y sosteniendo con una mano a la enferma le hizo con otra beber el líquido misterioso. Mientras el médico pedía misericordia al cielo, el sacerdote se echaba en brazos de la ciencia. ¿Llegó al cielo la plegaria? ¿Obró la substancia química sobre el organismo?

Hombre, ¿no ha leído usted las infamias que dicen de ? Don Segis levantó el vaso a la altura de los ojos, examinó detenidamente el dorado líquido, lo acercó a los labios y bebió con pausa. Después de toser y desgarrar un poco, y limpiarse la boca con un pañuelo de hierbas, dijo gravemente: Phs... la intención no es buena que digamos... Pero vale más tomar las cosas con calma.

La inexperiencia de la edad y la docilidad de la ignorancia le hicieron, casi niño, aceptar con alegría una misión, a la cual pensó dedicarse por completo, consagrándola la actividad de la inteligencia y el entusiasmo de la fe. Los que labraron su espíritu le hallaron dúctil y obediente para recibir las doctrinas de lo pasado, que fueron amoldándose a su pensamiento como el líquido al vaso.

Después la procesión se metió en las lenguas del río que inundaban los callejones. Era un espectáculo extraño ver toda aquella gente empujada por la fe, descendiendo por las callejuelas convertidas en barrancos. Los devotos, levantando el hachón sobre sus cabezas, entraban sin vacilar agua adelante hasta que el espeso líquido les llegaba cerca de los hombros. Había que acompañar al santo.

Colocó el vaso en la alacena, sobre una tabla muy alta a la cual no se podía llegar sino subiéndose a una silla; y, sin perder tiempo, echó algunas gotas de aquel líquido envenenado en el agua de la enferma, después de prometerse repetir las operación todos los días, matar lentamente a su ama y merecer, a pesar del pequeño aparato, los beneficios de la señora Chermidy.

Una era la de la bodega, y por entre sus hojas abiertas veíanse las dos filas de toneles enormes que llegaban hasta el techo, los montones de pellejos vacíos y arrugados, los grandes embudos y las medidas de cinc teñidas de rojo por el continuo resbalar del líquido. En el fondo de la pieza estaba el pesado carro que rodaba hasta los últimos límites de la provincia para traer las compras de vino.