United States or Martinique ? Vote for the TOP Country of the Week !


Que se verifique en sitio seguro, sin más testigo que el indispensable, una persona adicta para auxiliar en caso de necesidad, vigilar, sostener, dar friegas con paños de lana bien calientes, propinar un ligero cordial de un líquido templado en el que se pondrán algunas gotas de enérgico elíxir. «Pero se me objetará, el peligro es menor cuando uno se baña á la vista de todo el mundo.

¿Qué forastero prosiguió , no se ha enamorado de ti, de cuantos han venido a Villafría, jóvenes, libres y en estado de merecer? Prepara, pues, el almíbar con que sueles propinar las calabazas, si es que también piensas dárselas a éste. Pero, ¿quién sabe? El pretendiente, que ya columbro, no es rústico, ni lugareño, como los que has tenido hasta ahora.

Pues aunque Clementina desee mi muerte, yo la quiero lo mismo, con todo mi corazón. Para ella será cuanto tengo. El duque salió de la estancia furioso, bufando como un toro con banderillas de fuego, o como un actor a quien acaban de propinar una silba. D.ª Carmen permaneció inmóvil largo rato, en la misma postura que la había dejado, con los ojos clavados en el vacío.

Si pudiese tener una entrevista con ella antes de marchar, quizá lograse convencerla de que la separación era el mejor partido que podían tomar: acaso con algunas vivas protestas de cariño y ciertas vagas esperanzas de volverse a ver con el tiempo endulzaría la amarga píldora que le iba a propinar. Pero ¿cómo arreglarse para ello, estando encerrada por el cafre de su padre? No parecía.

El conde, no obstante, y a pesar de haber sido uno de los más obstinados pretendientes de Pepita, había recibido las enconfitadas calabazas que ella solía propinar a quienes la requebraban y aspiraban a su mano. La herida que aquel duro y amargo confite había abierto en su endiosado corazón, no estaba cicatrizada todavía.

Montenegro rió ante la tristeza del aperador. ¡Pero cómo ponía el amor a los hombres! Daba ganas de propinar unos cuantos azotes a aquel mozo, como si fuera un niño grandullón y enfurruñado. No, Fermín; por tu salú te lo pido. Haz algo por ; ve en seguida y sacarás un alma de pena. Nada te dirán en el escritorio: esos señores te quieren; eres su niño mimao.