Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 11 de mayo de 2025


Los sapos cantaban en los prados, el viento cuchicheaba en las ramas desnudas, que chocaban alegres, inclinándose, preñadas ya de las nuevas hojas; y Ana, apoyándose tranquila en el brazo fuerte del mejor amigo, olfateaba en el ambiente los anuncios inefables de la primavera. De esto hablaban ella y Frígilis.

Además, carecía por completo del sentimiento de la medida, inclinándose á la exageración para aumentar ó disminuir las cosas. Unas veces hablaba de su ciudad como de una urbe igual á Londres ó Nueva York. Otras veces la compadecía cual si fuese una aldea. Las personas pasaban á ser en su apreciación semidioses ó monstruos; nada guardaba para él sus proporciones regulares: ni seres ni objetos.

¡Ay! no sirvo para estas cosas... ¡Yo me descompongo! balbució Salomé, inclinándose sobre el sofá con muestras de experimentar un vahído. Pero, señoras, no se alarmen ustedes dijo doña Rosalía, queriendo calmar á las dos damas. ¿Tienen ustedes alguna hija?

Sobre la alfombra, a los pies del lecho, había una piel de tigre, auténtica. No había más imágenes santas que un crucifijo de marfil colgado sobre la cabecera; inclinándose hacia el lecho parecía mirar a través del tul del pabellón blanco. Obdulia, a fuerza de indiscreción, había conseguido varias veces entrar allí. «¡Qué mujer esta Anita!

Dormitaba él un poco, y después, asombrado del silencio y largo sopor de Lucía, levantábase, receloso de que la hubiese sobrecogido un síncope. Iba a ella, inclinándose, y otra vez tornaba a su rincón, habiendo percibido el ritmo acompasado del pacífico respirar de la niña. Difusa y pálida claridad comenzaba a tenderse sobre el paisaje.

Su semblante aparecía pálido y triste; pero se animó cuando vió al cocinero mayor. Bésoos los pies, señora dijo éste inclinándose delante de la joven. Dios os guarde, Montiño dijo doña Clara ; ¡con cuánta impaciencia os he esperado! Sentáos. ¿Y á causa de qué ha sido esa impaciencia, señora? dijo Montiño sentándose. Anoche han pasado cosas muy graves.

«¿Qué? le dijo el farmacéutico inclinándose y tratando de levantarle . ¿Se va pasando eso?... Como hace días nos quiso usted morder, cuando le quitamos el revólver, y daba mordiscos y patadas, y quería matar a todo el género humano, tuvimos que encerrarle. Justo castigo de la tontería... ¿Qué? ¿Ha perdido el uso de la palabra?

Mirábalos Roger distraído, cuando vió que un hombre salía lentamente de entre los árboles de la derecha y cruzando con rapidez el claro, inclinándose como si quisiera ocultarse, desapareció en el bosquecillo de la izquierda. Tras él pasó otro y después otro, y luego muchos más, solos ó en grupos, llevando no pocos de ellos unos grandes bultos asegurados á la espalda.

Sola, tendría miedo aquí dice, volviéndose hacia él y mostrando con el dedo la puerta del despacho, cuya madera reluce con brillo misterioso en medio de la semiobscuridad. La joven aparta los dedos y tiembla. ¿Nunca te ha dicho nada? susurra al cabo de un instante inclinándose hacia su oído. El menea la cabeza.

María Teresa, aniquilada, se recostó en el gran sillón, en tanto que Juan, yendo hacia ella e inclinándose a su lado, le decía con voz grave: María Teresa ¿me perdonará usted algún día de haberme atrevido?... Dígame cuando menos que tengo disculpa; dígamelo, se lo suplico. ¡Hace tanto tiempo que ahogo mi corazón y sello mis labios para ocultar mi locura!

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando