Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de junio de 2025
Un mes ha empleado Nieves para bordar dos escudos a la chica de doña Rosario... Y más pesada que ella todavía es Martina... Nieves borda muy bien. No, como bordar no hay en la villa quien le ponga el pie delante a Martina... Tiene manos de oro. A mí me gustan más los bordados de Nieves.
Pues nada, este infeliz se figura prosiguió el marica, sin hacer caso de la mirada recelosa que le dirigió que porque Fernanda Estrada-Rosa gasta algunos remilgos no le gustan las peluconas como a todo hijo de vecino... ¡Tonto, tonto, más que tonto! Hombre, Fernanda ya es otra cosa manifestó el Jubilado, que no estaba en el ajo Es una chica muy rica y no necesita casarse por el dinero.
Porque me gustan las manzanas verdes repuso encogiéndose de hombros. A los tres días se le presentó con una nueva herida en la frente. Pero, chica, ¿te has lastimado otra vez? Sí. ¿Cómo ha sido eso? Pues estaba mi padre partiendo leña, saltó una astilla y me dio en la frente. ¡Qué atrocidad! ¡A riesgo de saltarte un ojo!... Ten cuidado, chica, con tus ojos, que me gustan mucho.
Yo no salía a paseo porque él no quería; me obligó a no dar la mano a ningún hombre, me quitó el flequillo del pelo, me quitó el corsé... ¿Cómo el corsé? pregunté sorprendido. Sí, señor; el corsé... ¿Uté no sabe? Aquí hay muchos que no quieren que sus novias gasten corsé... porque así gustan menos a los otros... Los amores de Matildita habían terminado de un modo tristísimo.
Animados ya los tres y de buen humor, dijo don Paco: No comprendo por qué gustan ustedes tanto de la soledad y están tan retraídas. La plaza esta noche estará animadísima. Todo el mundo habrá acudido a la verbena y a ver los fuegos, que dicen que serán magníficos.
Podía haberme escapado por cualquiera calle transversal mientras estaba usted de espaldas. Le he visto antes que usted á mí... Pero no me gustan las situaciones falsas que se prolongan. Es mejor decirse toda la verdad cara á cara... Y por eso he venido á su encuentro. El instinto le hizo volver la cabeza hacia el hotel.
Como los trae de Castilla por mayor la tendera, que es amiga mía, da muchos más por cuatro cuartos que en las otras tiendas.... ¿No le gustan á usté? ¡No! ¡Jesús, pues vaya una rareza!... Hágame el favor de dar esa tira que está debajo de usté, para amarrar la labor.... Muchas gracias.... ¡Pero qué mala cara se le ha puesto á usté de repente! Es que ... tengo un flemón.
Comen, duermen.... ¡Si me parecen gentes a quienes trato todos los días! Yo no entiendo de esas cosas.... pero los libros de Fernán me gustan porque pintan la vida tal y como es. ¿Ha leído usted «La Gaviota?» «¿Elia?» «¿Lágrimas?» ¿Y de Cervantes, qué me dice usted, Angelina? ¡Eso es aparte! «¿El Quijote?» Es algo que parece novela y acaso no lo es.... Pues entonces.... No acierto a explicarme.
Perdone usted le respondía yo; aquí no hay carreras. ¿No gustan de correr los jóvenes de las primeras casas? ¿No corren aquí siquiera los caballos?... Ni siquiera los caballos. Iremos a caza. Aquí no se caza: no hay dónde, ni qué. Iremos al paseo de coches. No hay coches. Bien: a una casa de campo a pasar el día. No hay casas de campo, no se pasa el día.
Sin embargo dijo Rosalía, sacando de una caja varios marabouts y aigrettes y de otra lazos y cordones , aún hay aquí cosas muy bonitas. ¿Le gustan a usted esas aigrettes?... manifestó Refugio, gozosa de poder ser rumbosa con ella . Puede llevárselas... se las regalo. ¡Oh!, no... no faltaba más... Sí, sí, que tengo mucho gusto en ello.
Palabra del Dia
Otros Mirando