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En favor de la teoría contraria no hay ninguna verdadera razon. En abono de la teoría que defiendo, existen, sin esforzar mucho el asunto, las cuatro razones que acabo de exponer. Encargo á los padres que mediten despacio sobre este consejo, dado á la ligera; pero que es fruto de una contínua y madura observacion, no desmentida nunca por la geometría infalible de la vida, por la experiencia.

¿Quiere usted que llamemos al médico, señorita? No, no... Esto no es nada... Hágame una tacita de tila. Ahora mismo. Cuando se quedaron solos, la beata volvió a mirarle larga y fijamente. Al cabo dijo con voz débil: Escuche usted, padre. ¿Qué desea usted, hija mía? respondió inclinando la cabeza hacia ella. Acérquese usted más... No puedo esforzar la voz. El P. Gil se inclinó todavía más.

Nuestro barbero, que a todo estaba presente, como tenía tan bien conocido el humor de don Quijote, quiso esforzar su desatino y llevar adelante la burla para que todos riesen, y dijo, hablando con el otro barbero: -Señor barbero, o quien sois, sabed que yo también soy de vuestro oficio, y tengo más ha de veinte años carta de examen, y conozco muy bien de todos los instrumentos de la barbería, sin que le falte uno; y ni más ni menos fui un tiempo en mi mocedad soldado, y también qué es yelmo, y qué es morrión, y celada de encaje, y otras cosas tocantes a la milicia, digo, a los géneros de armas de los soldados; y digo, salvo mejor parecer, remitiéndome siempre al mejor entendimiento, que esta pieza que está aquí delante y que este buen señor tiene en las manos, no sólo no es bacía de barbero, pero está tan lejos de serlo como está lejos lo blanco de lo negro y la verdad de la mentira; también digo que éste, aunque es yelmo, no es yelmo entero.

Aquí no se viene á hacer mal á nadie, sino á evitarlo; os sería doloroso querer usar del arma á vista de tanta gente.» Y volviéndose á la muchedumbre gritó, las armas, las armas que vienen los franceses á llevárselas; las armas, Señor General: y este grito fué repetido con entusiasmo hasta cerca de las once, en que presentándose los Comandantes de Miñones, D. Antonio y D. Gaspar Torres, les previno Cerezo, que si habian de esforzar su demanda para con el General pasasen adelante, ó de lo contrario le escusasen un bochorno.

Cuéntase la anécdota de que Morales, al llegar á Madrid con su mujer, le recitó un soneto patético para prevenirla contra los peligros de su residencia en la corte, y que además le dió un palo en la cabeza para esforzar más sus exhortaciones.

Si no es posible formar un juicio, ni aun idea de un término, es evidente que no se podrá raciocinar ni pensar de ningun modo: el raciocinio implica un enlace de juicios pues que se trata de sacar una consecuencia ligada con las premisas. Pero todavía se puede esforzar mas la demostracion.

Despues de empinarme sobre la punta de los piés, y de estirar el cuello; despues de esforzar á un mismo tiempo los ojos y la voluntad, alcancé á distinguir una figura, que era una especie de cuadrilátero, emblema tal vez de los cuatro elementos. Pasaron cuatro ó cinco minutos, y no sabia cómo desasirme del encanto que me tenia sujeto á las paredes de aquella mágica columna.

Estuvo casado con Aldonza de San Pedro, hija de Diego de San Juan y nieta de Andrés de San Cristóbal. Sospechábase en el pueblo que no era cristiana vieja, aun viéndola con canas y rota, aunque ella, por los nombres y sobrenombres de sus pasados, quiso esforzar que era descendiente de la gloria.

Necio fuera, señora, en tal momento, rebuscando un concepto pretencioso digno de honrar sujeto tan glorioso, esforzar el indócil pensamiento. Permitid que, de tal martirio exento, vuele desatinado y caprichoso para expresar cuán grande, cuán hermoso es el placer que al escucharos siento.

Ocupó solemnemente su pequeña poltrona, ordenó sobre la mesita los montones de libros y quedó mirando el rostro gigantesco de su amigo, que sólo estaba á un metro de distancia de ella. No necesitaba Flimnap de bocina, como en otras ocasiones. Podía expresarse sin esforzar su voz, que era naturalmente armoniosa y contrastaba con su exterior algo grotesco.