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Como Antoñita manifestase deseos de leer un libro italiano titulado Le Ultime Lettere di Jacopo Ortis, Amaury, que tenía esa obra en su biblioteca, y entre las más estimadas por cierto, fue al día siguiente a entregársela a la señora Braun; pero habiéndose encontrado por casualidad con Antonia en la antesala, no pudo menos de cambiar con ella algunas palabras.

Alcéla en alto y la mostré á su dueño haciéndole seña de que iba á subir para entregársela. Y sin más dilaciones entro en el portal, subo la escalera y tomo el cordón de la campanilla.... Ya está abierta la puerta. Mi lindo agresor asoma su rostro trigueño, gracioso, lleno de vida y frescura, y extiende sus manos diminutas, en las cuales deposito respetuosamente á la muñeca desmayada.

Que el plan de los parciales del obispo era traerle á la ciudad, entregársela, prender á D. Alfon y matarle, robando luego y destruyendo la poblacion en daño de la república. Que era notorio que su ilustrísima llevaba gente de armas de á caballo y de á pié apercibiéndose para llevar á cabo su propósito contra el juramento apostólico, homenage y fidelidad que habia prestado.

Me importa un bledo lo que creyese usted de .... Pero esta señora es... una mujer honrada; por incidentes que no son del caso viene sola, y la acompaño hasta entregársela a su esposo.... Y viendo la media sonrisa de su interlocutor, añadió: Le aconsejo a usted que me crea, porque mi reputación de verídico es quizás la única que en el mundo aprecio....

El marquesito alguacil recogió la llave que la presidenta le arrojó, y fue haciendo corvetas a entregársela al encargado de abrir el toril, cargo que, por cierto, se habían disputado un vizconde y el hijo del presidente del Tribunal Supremo. Sonó el clarín y saltó al redondel un torete negro, con bragas, de bonita lámina.

Más tarde, Facundo ve uno de sus oficiales que da de cintarazos a dos soldados que peleaban; lo llama, lo acomete con la lanza; el oficial se prende del asta para salvar la vida, bregan, y al fin el oficial se la quita y se la entrega respetuosamente; nueva tentativa de traspasarlo con ella; nueva lucha, nueva victoria del oficial, que vuelve a entregársela.

Cuando Gonzalo le escribió desde el extranjero, así que leyó la carta se presentó a su madre y se la entregó. ¿Te gusta el muchacho? le preguntó ésta después de leerla con más emoción que había manifestado su hija al entregársela. ¿Te gusta a ti? A . Pues si te gusta a ti y a papá, a también me gusta replicó la joven.

Llegó en el tren del medio día y el Deán, el Tesorero y yo hemos ido esta tarde a recoger la joya para entregársela; pero, calcula ¡cuál sería nuestra sorpresa, al abrir el cofre y ver que el papagayo ha desaparecido! Cómo ha podido llegar hasta allí el ladrón, nadie ha podido explicárselo.

Pues todavía, después de entregársela, la llamó aparte para decirla una vez más: No me la atosiguen, no la atareen demasiado.

La señorita Nieves es hija del rico caballero don Alejandro Bermúdez Peleches, y el padre de Leto es el pobre don Adrián Pérez, boticario de Villavieja... eso es; y en un paño como éste ¡caray! pueden entrar muchas tijeras, como haya ganas de cortar, que nunca faltan... En fin, ya puede usted comprenderme; y yo, mi señor don Alejandro, que he conservado con honra durante setenta y cinco años, eso es, la vida que recibí de Dios, con honra quiero entregársela el día en que me la reclame, que bien cercano está ya... Eso es.