Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 27 de junio de 2025
Y se echó a llorar amargamente, con el corazón encogido, escondiendo la preciosa carita en el seno de su madre, como si buscara allí lo que encuentra la más pequeña golondrina en el fondo de su nido: el calor de la ternura materna.
Por supuesto, después de cada discurso se inclinaba reverentemente y besaba la mano de la soberana, volviendo a ponerse el tricornio de papel que se había hecho para el caso. Estas niñerías alegraban a la dama, dilataban su corazón, casi siempre encogido por la soberbia o el hastío.
Quédate ordenó brevemente a Montenegro; tengo que hablarte. Y le volvió la espalda para seguir hablando a los forasteros de su tesoro de vinos. Fermín, obligado a seguirles silencioso y encogido como un doméstico en su marcha lenta por entre los toneles, miraba a don Pablo.
Una noche casi en claro, durmiendo a ratos, encogido en el pedazo de asiento que le dejaron los pasajeros apretándose para dar algún descanso a aquel hombre que al día siguiente iba a exponer su vida. Los entusiastas admiraban su resistencia física y el coraje temerario con que se lanzaba sobre los toros en el momento de matar.
Andrés la siguió, y se sentó silenciosamente a su lado. Los dos se miraron un rato, pugnando para no reír. Las manos quietas, ¿eh? preguntó ella. Andrés contestó afirmativamente con la cabeza. ¡Vaya, vaya con D. Andrés! ¡Tan bueno y encogido como parecía! ¡Pues no va sacando poco los pies de las alforjas! Querrás decir las manos. Eso es, las manos... ¡cierto! repuso soltando a reír.
Don Casimiro, pues, desde que empezó á ser novio de Clara, se puso más orondo y satisfecho que antes. Terrible fué el desengaño cuando Doña Blanca le despidió. El enojo interior de D. Casimiro no fué menos terrible; pero él era encogido y muy torpe para expresarse; Doña Blanca hablaba bien y con autoridad é imperio, y el Sr.
La corta avenida era un atajo cada vez más frecuentado, y todos los transeuntes lanzaban al pasar una mirada curiosa sobre la señora elegante y su compañero, sentados al amparo de un grupo de vegetación, con el aspecto encogido y falsamente natural de las personas que desean ocultarse y fingen al mismo tiempo una actitud despreocupada. ¡Qué fastidio! gimió Margarita . Nos van á sorprender.
Como lleva la capa cerrada y él va tan encogido, mirando casi asustado a un lado y a otro, parece que va a realizar algo importante. Es, efectivamente, algo importante. Perdone usted ha dicho el viejo ; usted es crítico... Azorín ha sonreído con benevolencia; se sentía halagado por las palabras de este desconocido.
¡Quién lo había de creer!... Al oír esto la niña, apagóse en sus labios la sonrisa, como una luz que mata de repente una ráfaga de viento; cruzó las manos angustiada, miró a su madre con espanto y se echó a llorar a lágrima viva, con el corazón encogido... Pero ¡vaya por Dios, vida mía! exclamó Currita estupefacta . ¿A qué viene ese llanto? ¿Es que no quieres venir?
De un sueño dulce y profundo, poco frecuente en él, despertó Quintanar aquella mañana con más susto que solía, aturdido por el estridente repique de aquel estertor metálico, rápido y descompasado. Venció con gran trabajo la pereza, bostezó muchas veces, y al decidirse a saltar del lecho no lo hizo sin que el cuerpo encogido protestara del madrugón importuno.
Palabra del Dia
Otros Mirando